Ahora lleva ambos hombros hacia atrás, los dos juntos, luego traelos hacia delante, repetí el movimiento de manera continua, a tu ritmo, sin forzar.
Hace que ese movimiento ahora sea circular, que tus hombros giren en torno a tu tórax y respira. Primero hacelo hacia atrás, luego hacia adelante.
Toma tu tiempo en cada cada momento de este ejercicio, si sentís que tenes que seguir realizando un movimiento hacelo, si sentís que debes cambiar a otro también, comunicate con tu cuerpo, él te sabrá guiar mejor que yo.
Si sentís ruidos, tirones, contracturas, no te esfuerces por vencerlos, pone amor, respira y seguí con amor. Hacelo a tu ritmo, no pelees con el dolor, dale amor.
Levanta tus hombros como si ellos fueran a tocar tu mentón, dale, despacio, subilos y bajalos, varias veces en paz, en amor.
Ahora move los brazos, estiralos al lado de tu cuerpo, y movelos como soltándolos, como si fueran los brazos de una marioneta, de un títere, sentite un títere de Dios, imagina los hilos que te sostienen cuan marioneta guiada por Dios desde el cielo, entregale tu cuerpo a Dios para que él te guíe, para que componga a través tuyo su personaje, que muestre quien es por medio de vos.
Seguí en paz.
Seguí en amor.
Se Luz.
Se Paz.
Se Amor.
Se quien sos.
Se Dios.
Gracias por estar.
Mi amor de Dios hacia vos.
Soy Reiki
Yo Soy
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