La tierra nos esta llamando, nos esta pidiendo que nos unamos. Algunos comprendemos este llamado y lo hacemos por medio del amor. De manera sabia nos reunimos a dar y recibir conocimiento, sabiduría, amor. Otros, los que aun están dormidos, quienes no han despertado sus conciencias también sienten el llamado, pero de otra forma, de otra manera.
El mundo mira con lagrimas en los ojos lo que nuestros hermanos están viviendo en Haití desde el martes pasado, las naciones se unen para enviar ayuda humanitaria, algunas de las naciones que envían ayuda, algunos de los gobernantes que se ocupan de ayudar son los que se ocupan de destruir el planeta, son quienes ordenaron guerras y destrucciones en otros lugares del mundo, quizás ellos aun desconozcan la responsabilidad que tienen ante el cambio que la tierra esta generando, quizás algunos comiencen a comprender.
Esto es un proceso, un proceso que se esta manifestando de manera sabia en la tierra. El universo no pierde su sabiduría, no es absorbido por el ego, el universo sabe que la materia se recicla y esta reciclando la materia tierra.
Hasta hace muy poco tiempo Haití también necesitaba de la mirada del resto de la humanidad, Haití necesitaba de todos nosotros, la observábamos y notábamos la desigualdad que había con respecto a las grandes potencias, pero las potencias estaban en otra, quizás enviando algo de ayuda para algunos pueblos, pero sometiendo a otros, matando, generando y sosteniendo guerras.
Hoy sábenos que si una parte ínfima del dinero que se invierte en armas se destinara a alimentos se terminaría con el hambre en el mundo, si se dispusiera el dinero que las naciones invierten en armamento en ayuda al prójimo, se terminaría con la desigualdad del mundo.
Sin embargo, hasta ahora para algunas mentes vale más una bala que un ser humano.
Oremos por Haití, por todas las almas que nos muestran la película que estamos viendo, que les toca desempeñar ese rol en esta puesta que es el mundo, bendigámoslas para que evolucionen en las próximas encarnaciones, asistamos como podamos a los sobrevivientes para que puedan alimentarse y sanarse de las heridas sufridas.
Enviémosle luz al universo. Al mundo. A la humanidad. A los líderes mundiales para que comprendan que solo hay un camino y ese camino es el amor.
John Lennon le dijo hace mas de 4 décadas y una bala termino con su vida.
Todo lo que necesitamos es amor.
El desastre ya ocurrió, llevara tiempo terminar con las tareas que realizan los rescatistas, la tierra seguirá manifestándose como vemos que esta ocurriendo, comprendamos, comprendamos que la tierra nos llama, que cerca, muy cerca nuestro, de nuestras casas, ce nuestros trabajos hay alguien que pasa hambre, frío, miedo, sed. Que no puede alimentar a sus hijos, que no los puede educar, que es victima de un sistema que genera una profunda desigualdad política y social, que es discriminado y dejado de lado.
Muy cerca nuestro hay gente que sabe que el futuro de sus hijos es el hambre.
¿y que hacemos nosotros?
Muchas veces ampliamos la brecha de esa desigualdad. Observémonos a nosotros mismos, comprendamos el llamado, atendamos el llamado. No basta solo con ir a misa los domingos, hay que llevar a Dios en el corazón en cada instante, viendo en el otro a un hermano, sin juzgar sus actitudes desde nuestras actitudes terrenales.
Así como si se destinaran una ínfima parte del dinero que se dispone en armas en alimentos no habría más hambre en el mundo, si cada uno de nosotros se ocupara de ayudar a otro no habría mas desigualdad.
El mensaje es para nosotros, el llamado es para nosotros.
Toda esta semana tuve en mi cabeza un mantra.
Una frase de una canción que cantaba en la iglesia cuando tome mi primera comunión. Fue sin lugar a dudas la frase que escuche en la iglesia y que mas profundamente calo en mi mente, la compartiré con ustedes ofreciéndoles que durante los próximos 7 días comencemos nuestra jornada manteándola, repitiéndola juntos 3 veces al despertarnos, es así:
“Esta es la luz de cristo, yo la haré brillar, brillara, brillara sin cesar”.
Es importante involucrar al corazón en este acto, sentir el sagrado corazón irradiando luz al universo el momento de emitir, no se aventuren ni se desanimen si no lo pueden sentir ahora, este es un proceso que requiere tiempo y dedicación, solo sigan caminando, sigan observando, sigan comprendiendo y recuerden asistir al prójimo, respetar al prójimo, valorar al prójimo.
Comprender que todos somos uno y si somos uno no es posible ser indiferente ante el sufrimiento de nuestros hermanos.
Con todo mi amor hacia ustedes.
Dios los bendiga hermanos.
Los bendigo en el nombre de Dios.
Gracias por estar.
Mi amor de Dios hacia vos.
Soy Reiki
Yo Soy