Si alguien me preguntara como se supera una perdida tan grande como la del padre, le diría que no lo sé, que es el tiempo quien hace esta tarea, que no se supera, que uno se acostumbra a convivir con la ausencia.
En mi caso me hizo bien escribir sobre tu vida, pero tambien compartir con vos todo lo que pude, acompañarte, conversar y sentir que nada habia quedado estancado entre nosotros, que nuestro vinculo fluyó como un manantial de vida que aún existe en nuestras almas.
Hoy se cumplen 15 años de tu partida física, 15 años en los que no hubo un solo día en el que no recuerde tu paso por la tierra, tu influencia, tu legado.
Me enorgullece ser tu hijo, llevar tu apellido, verme reflejado en vos como padre, y ver que algunas veces lo que escribo inspira a otras personas.
Mis pasos los conoces, mis esfuerzos y logros los compartimos, el tiempo seguirá haciendo su tarea, yo me seguiré acostumbrando a tu ausencia y encontrándote en lo sutil de la vida, en esas cosas en las que algunas personas no creen, pero a otras nos dan la certeza y la esperanza de saber que lo seres queridos nunca se van, que su energía siempre permanece en nosotros y en todo lo que nos rodea. Que hasta una simple mosca nos puede mostrar que, en la energía vital, todos somos uno.
Que en paz descanses viejo, te sigo queriendo con todo mi corazón.
Ale Flores
15 de octubre de 2025
La Merecida
Oficina
