Apenas hace un rato terminaron de operarte, después de una espera interminable, dejarte en el quirófano sin poder hacer más que despedirte, viéndote desvanecer producto de la anestesia fue un momento desgarrador, antes de partir te di un beso y al oído te dije FUERZA, te encomendé a la luz y le pedí a mi viejo que te acompañe, como tantas veces me acompaño a mi cuando necesite de su asistencia.
Di una vuelta, camine, fui y vine, esperaba ansioso como una fiera enjaulada, pasaron por mi mente muchos de nuestros momentos, tan nuestros que es hasta difícil contarlos.
A la hora señalada pase a buscarte, despertabas de tu primera cirugía, parecías querer levantarte, tu mirada extraña me decía, que no entendías que era lo que pasaba, que no sabías que te había sucedido, que ese entorno no es tu entorno, me decías, ¿dónde están Kika y Conny?, con la mirada preguntabas.
Te tome entre mis brazos y acunándote te traje hasta casa con cuidado, te ubique en el sitio preparado, para que tu recuperación fuera lo recomendada.
Te vi inquieta a pesar del cansancio, buscando levantarte sin poder lograrlo, entendí que buscabas a tus hijas, y deje que pasaran y te recibieran. Ya al verlas tu semblante fue cambiando, parecías más tranquila, como en casa, aceptando que atrás había quedado el quirófano, los extraños, las jeringas, las puntadas.
Ahora dormís tranquila con tus hijas, a metros donde escribo estas palabras, pasaré la noche cerca tuyo, por si algo vos necesitaras. Pasare la noche velando por tu recuperación, atento a tus demandas.
Viviendo todo esto reviví lo que te quiero, cuanto te amo y lo importante que sos y fuiste en mi vida, repase miles de nuestras miradas, nuestros juegos, caminatas y encuentros, reencuentros, paseos, nuestras siestas.
Quizás para otros seas solo un perro, para mí siempre serás mi hija bien amada, a quien adopte con solo días, tras un amor sellado en una mirada.
Espero verte pronto corriendo, jugando, saltando haciendo pozos, esperándome a la hora señalada, la hora que solo vos recordas cada tarde, esperándome paciente, aguardando mi llegada.
¿Quién podría entender este amor si es solo nuestro?, y amores como estos pocos nos regala la vida. Yo agradezco a Dios padre tu llegada, como agradezco cada uno de nuestros días.
Agradezco que la recuperación este en curso, y poder acompañarte en este instante, como me has acompañado vos, cada vez que necesite alguien que me acompañe.
Te amo compañera de mi vida, hija del amor y amor del alma.
Te amo como siempre te he amado, como cada instante desde tu llegada.
Ale Flores
5 de Mayo de 2011
22:24 Hs.
Para Felicia, por una pronta recuperación.