Mensajeros de Dios

Empezá a respirar profundo.

Por la nariz, liberando el aire por la boca. Como sabes, lento pausado y profundo.

Si utilizas habitualmente un método de respiración que te eleva a la meditación y queres, usalo. Si no seguí aquí, respirando junto a nosotros, en este grupo de almas que formamos, que ahora nos tomamos las manos formando un circulo, un circulo en el que en el centro esta la tierra, estamos entre la tierra y el cielo, en el espacio, por fuera de la atmósfera terrestre, vemos al mismo tiempo el sol y la luna, el día y la noche, tenemos a todos los planetas a nuestras espaldas, a las estrellas, a los satélites, los cometas vuelan detrás nuestro.

Ahí, en ese lugar, tomados de la mano, con los ojos cerrados y con mucho amor le vamos a pedir a Dios que nos asista. A los Arcángeles que nos asistan. Les vamos a pedir que nos utilicen como Ángeles en la tierra, (ángel significa mensajero), pidámosle a Dios ser mensajeros de él y seamos lo que somos, Ángeles en la tierra, mensajeros de su palabra, portadores de su amor.

El amor de Dios es algo que se contagia, atrae a su semejante que es el amor que habita en cada ser.

Nos están dando la fuerza y la sabiduría para que obremos en la tierra, nos están, (en este preciso momento) irradiando luz, amor, sabiduría.

Cada uno de nuestros poros esta recibiendo rayos de luz irradiados por los Arcángeles, todo nuestro cuerpo se esta sanando a medida que recibimos esos rayos de luz de amor Dios.

Sostenemos esta paz, este amor que recibimos, seguimos tomados de la mano, compartiendo la luz, el amor, la sabiduría.

Ahora vamos a girar nuestros cuerpos para quedar cara a cara con el ser que tenemos al lado, unos giran a la derecha y otros a la izquierda, quedamos todos formando un circulo de parejas que se miran a los ojos, quienes giraron a la derecha bendicen al ser que tienen en frente y lo abrazan, quien recibió la bendición le dice “te bendigo en el nombre de Dios” y abraza a su pareja, ahora todos giramos y nos encontramos frente a una nueva pareja y repetimos el procedimiento, bendecimos al ser que tenemos enfrente y recibimos su amorosa bendición.

Volvemos a ponernos frente a la tierra y a tomarnos de las manos, bendecimos todos juntos al planeta tierra sentimos como desde nuestro pecho, de nuestros corazones sale un rayo de luz, un rayo de amor que se funde con el de las otras almas iluminando el mundo, energizando el mundo. Estamos siendo asistidos por Dios, por los Arcángeles, estamos absorbiendo e irradiando la sabiduría de la bendición, el amor de la bendición.

Ahora giramos nuestro cuerpo y le damos gracias al universo por esta asistencia, cerramos los ojos, estiramos los brazos y les pedimos a los Ángeles y a los Arcángeles que reparen nuestros cuerpos, que sanen nuestras dolencias físicas, que descontracturen nuestros músculos, (que nos liberen de nuestros nudos, nuestras ataduras). Que iluminen nuestras mentes y nuestros cuerpos con amor Dios y con los ojos cerrados, dejamos que esto suceda.

Tu mente esta en blanco.

Tu mente esta en Paz.

Sostené este estado, los Ángeles y los Arcángeles trabajan en vos. No los interrumpas.


Gracias por estar.

Mi amor de Dios hacia Vos.

Soy Reiki

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