El sonido de la lata destapándose indicó que la semana laboral ha terminado junto con la finalización del último día hábil del año, y vaya si fue un año hábil, fue un año que nos recordó muchas de nuestras habilidades que parecían olvidadas, el juego en equipo nos demostró que es el camino del éxito, que las individuales, los talentos, los dones no son nada si no los ponemos al servicio de los demás. Somos un equipo, un equipo en nuestras familias, en nuestros círculos, con nuestros compañeros de trabajo, vecinos, conciudadanos. Cuando alguno intenta ser más que el resto rompe el equilibrio y el equipo fracasa, cuando el empuje es mancomunado el equipo triunfa aunque no logre alcanzar los objetivos porque el camino queda trazado.
En este último día, en estos últimos minutos quiero levantar mi copa y brindar con cada uno de los compañeros que me acompañaron en el juego, los que me permitieron jugar, los que me dieron la pelota y supieron recibir mis pases, armar jugadas, hacer goles, tirar centros.
No todas las pelotas fueron goles, algunas incluso ni fueron al arco, pero jugamos bien, limpio, nos felicitamos en cada gol y nos acompañamos en cada jugada frustrada.
Para el año que viene deseo que la pelota siga rodando, porque mientras ella ruede nosotros podremos jugar, seguramente no todas las jugadas sean goles, es posible que levantemos otra copa, pero la copa que más me importa levantar con ustedes es la del brindis en el momento que nos miramos a los ojos y con afecto nos deseamos salud.
Salud para todos compañeros de camino, feliz 2023.
Ale Flores
30 de diciembre de 2022
20:46
La Merecida
Con Sere
No hay comentarios:
Publicar un comentario