La meditación es el fin de todos los procesos del ego.
El ego comienza en una reacción, en un impulso generado desde nuestras emociones terrenales, de ahí, el ego dispara situaciones y las proyecta, nosotros entramos y salimos de acuerdo al libre albedrío.
La meditación erradica esos procesos, los frena, los detiene, los ilumina.
Desaparece la oscuridad y todo es perfecto.
Esa es la liberación.
Esa es la sanción.
La iluminación.
¿Vos dirás, yo medito y mis problemas continúan?…
Si, es verdad, pero ¿que es lo que haces entre meditación y meditación?, ¿Cuánto tiempo pasas sin meditar y que haces en ese espacio de tiempo?, ¿Con que te “enganchas”?.
Ahí es cuando tu ego reaparece.
Por ende la respuesta a toda consulta sobre cualquier problema es siempre una. Sostene la meditación.
A medida que sostenes la meditación menos tiempo es el que le dedicas a tu ego y por ende las raíces de los problemas cada vez son mas cortas, hasta que desaparecen o las arrancas como a las malezas que atacan a tu jardín o a tu huerta.
Todos los procesos que sostenes como problemas, temores, angustias, soledad, escasez, falta de amor, enfermedades, sexualidad, todos, absolutamente todos son del ego. No existen en la realidad, en el mundo real de dios.
Poder observarlos es comprender el diagnostico, saber donde esta y como es. Es mirar a los ojos a esa parte nuestra y empezar a darle amor.
A reconocerla y amarla, a liberarla, lo que comprendemos y amamos lo liberamos con la meditación.
Lo que no comprendemos también, ya que al irradiarle luz hacemos que desaparezcan o se nos presente nuevamente para que podamos darle amor, como una nueva oportunidad de rendir el examen.
Comprobalo hoy, cambia tu vida desde el amor.
Siempre desde el silencio.
Siempre desde el amor.
Siempre en meditación.
Gracias por estar.
Mi amor de dios hacia vos.
Soy Reiki
El ego comienza en una reacción, en un impulso generado desde nuestras emociones terrenales, de ahí, el ego dispara situaciones y las proyecta, nosotros entramos y salimos de acuerdo al libre albedrío.
La meditación erradica esos procesos, los frena, los detiene, los ilumina.
Desaparece la oscuridad y todo es perfecto.
Esa es la liberación.
Esa es la sanción.
La iluminación.
¿Vos dirás, yo medito y mis problemas continúan?…
Si, es verdad, pero ¿que es lo que haces entre meditación y meditación?, ¿Cuánto tiempo pasas sin meditar y que haces en ese espacio de tiempo?, ¿Con que te “enganchas”?.
Ahí es cuando tu ego reaparece.
Por ende la respuesta a toda consulta sobre cualquier problema es siempre una. Sostene la meditación.
A medida que sostenes la meditación menos tiempo es el que le dedicas a tu ego y por ende las raíces de los problemas cada vez son mas cortas, hasta que desaparecen o las arrancas como a las malezas que atacan a tu jardín o a tu huerta.
Todos los procesos que sostenes como problemas, temores, angustias, soledad, escasez, falta de amor, enfermedades, sexualidad, todos, absolutamente todos son del ego. No existen en la realidad, en el mundo real de dios.
Poder observarlos es comprender el diagnostico, saber donde esta y como es. Es mirar a los ojos a esa parte nuestra y empezar a darle amor.
A reconocerla y amarla, a liberarla, lo que comprendemos y amamos lo liberamos con la meditación.
Lo que no comprendemos también, ya que al irradiarle luz hacemos que desaparezcan o se nos presente nuevamente para que podamos darle amor, como una nueva oportunidad de rendir el examen.
Comprobalo hoy, cambia tu vida desde el amor.
Siempre desde el silencio.
Siempre desde el amor.
Siempre en meditación.
Gracias por estar.
Mi amor de dios hacia vos.
Soy Reiki
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