Mi madre sahumeaba la casa, le irradiaba luz a través de símbolos y su divina presencia yo soy.
Cuando empezamos a pedir desde la alegría más recibíamos. Volvimos a la alegría ya sin apegos, sin carencias y recibíamos más. Esa sensación de felicidad perpetua que se perpetua en el tiempo y permite sostener a quien sostiene, a quien no se va de la luz, de la ley, a quien trabaja en el orden, en la justicia, en la paz, en el amor. A quien abre su templo a dios, templo que construyo sobre la tierra prometida, el cuerpo, templo que construyo con sus prácticas espirituales, con su amor por la ley.
Que en tu casa nunca falte la alegría, ya que ella ayudara a superar todos los problemas, ella te permite reencontrarte con el amor del otro, de tu hermano, y viendo el amor del otro se ve a dios. Se escucha a los ángeles, se conecta con la ley y es.
Gracias por estar.
Mi amor de dios hacia vos.
Soy Reiki
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