Cuantas cosas dejamos de hacer por temor al que dirán, cuando tenia 14 años gane una beca para estudiar ingles, estudie durante unos meses y hablaba perfectamente, pronunciaba perfectamente, sentía que había nacido para hablar ingles.
La beca se termino y yo con la omnipotencia de la edad, supuse que ya no necesitaba tomar mas clases, años después comprobé mi groso error, pero sentía que para mi aprender era fácil, por lo que me inscribí en un curso, ya tenia cerca de 30 años y por algún motivo que desconocía mi capacidad de aprendizaje del idioma no era el mismo que a los 14, además cada vez que debía pronunciar una palabra sentía que en mi mente sonaba perfectamente, pero al pasar por mi boca el resultado era diferente, nunca lograba la pronunciación debida.
Empecé a creer que hacia el ridículo, y cada vez me costaba mas llegar al curso, programaba actividades que "casualmente" se superponían con los horarios de las clases. Sentía que pasaba el tiempo y que no progresaba, así que deje.
Hace años que pienso en hacer algún taller literario, como se habrán dado cuenta tengo cierta facilidad para expresarme por vía escrita y eso lo supe desde hace mucho, he escrito canciones, ensayos, libros y otras cosas, pero nunca decidí dar el primer paso y mejorar mis condiciones, que se yo, en algún momento sentí que debía estar jugando al fútbol o al rugby, que un taller literario para un adolescente como yo seria mal visto, así es que finalmente llegue hasta este día sin siquiera averiguar seriamente por ninguno.
Todo esto tiene que ver con la reflexión del principio de este envío de hoy, es decir, cuantas cosas dejamos de hacer por temor al que dirán, por creer que esta mal, que no debemos y en definitiva dejamos de vivir nuestra vida, dejamos de lado eso que desde el corazón sentimos que debemos hacer, simplemente por temor a la mirada de otros, a la opinión de otros.
Sin embargo muchas veces tomamos ese envión que nos faltaba y hacemos lo que deseamos, quizás no le revelamos a nadie lo que hacemos y mantenemos nuestra práctica en secreto, pero con el tiempo vamos experimentando que cuando lo comentamos cae bien.
Particularmente en mi circulo de trabajo o familia muy poca gente sabe de esta conexión que sostengo desde hace ya algún tiempo, pocos saben que soy reikista, muchos menos maestro de reiki, son contados los que saben que estudio psicología espitirual mas allá de mis compañeros de academia, pero de todos modos cada vez que converso con alguien dejo que mis palabras salgan sin prejuicios, sin temor a nada, y cuando cabe la aclaración o si la persona me consulta revelo mis actividades espirituales, las cuales siempre son bien recibidas.
Animate a hacer lo que queres hacer, no temas de la mirada de los demás, de la opinión de los demás, quien observa la vida del otro es quien no se atreve a observar su propia vida.
No dejes que se pase el tiempo para tomar esa decisión que queres tomar, para empezar eso que desde hace tiempo que postergas, para demostrar tu amor o tus habilidades en determinado campo, ya que en definitiva todo el mundo desaparece y quien queda con sus asignaturas pendientes es uno, por no haberse animado a hacer en determinado momento lo que su corazón pedía.
Estamos terminado febrero, prácticamente el año recién comienza, averigua por ese curso que te interesa, que venís postergando, llama a esa persona que te gusta y busca el motivo para un encuentro, no tengas prejuicios para nada, hace tu vida, viví tu vida, disfruta tu vida, recorda que siempre es mejor lamentarse por algo que se hizo y no arrepentirse por lo que se dejo de hacer, si es algo que lo sentís en el corazón, si es algo que crees que te corresponde, que lo mereces, que lo necesitas, no tengas miedo, abrí esa puerta, no tengas dudas, ya que si es lo que el universo quiere para vos el resto de las puertas se abrirán, de lo contrario será otra experiencia mas en tu vida que te mostrara cual es tu verdadero camino.
Caminante no hay camino, se hace camino al andar.
Gracias por estar.
Mi amor de dios hacia vos.
Soy Reiki
La beca se termino y yo con la omnipotencia de la edad, supuse que ya no necesitaba tomar mas clases, años después comprobé mi groso error, pero sentía que para mi aprender era fácil, por lo que me inscribí en un curso, ya tenia cerca de 30 años y por algún motivo que desconocía mi capacidad de aprendizaje del idioma no era el mismo que a los 14, además cada vez que debía pronunciar una palabra sentía que en mi mente sonaba perfectamente, pero al pasar por mi boca el resultado era diferente, nunca lograba la pronunciación debida.
Empecé a creer que hacia el ridículo, y cada vez me costaba mas llegar al curso, programaba actividades que "casualmente" se superponían con los horarios de las clases. Sentía que pasaba el tiempo y que no progresaba, así que deje.
Hace años que pienso en hacer algún taller literario, como se habrán dado cuenta tengo cierta facilidad para expresarme por vía escrita y eso lo supe desde hace mucho, he escrito canciones, ensayos, libros y otras cosas, pero nunca decidí dar el primer paso y mejorar mis condiciones, que se yo, en algún momento sentí que debía estar jugando al fútbol o al rugby, que un taller literario para un adolescente como yo seria mal visto, así es que finalmente llegue hasta este día sin siquiera averiguar seriamente por ninguno.
Todo esto tiene que ver con la reflexión del principio de este envío de hoy, es decir, cuantas cosas dejamos de hacer por temor al que dirán, por creer que esta mal, que no debemos y en definitiva dejamos de vivir nuestra vida, dejamos de lado eso que desde el corazón sentimos que debemos hacer, simplemente por temor a la mirada de otros, a la opinión de otros.
Sin embargo muchas veces tomamos ese envión que nos faltaba y hacemos lo que deseamos, quizás no le revelamos a nadie lo que hacemos y mantenemos nuestra práctica en secreto, pero con el tiempo vamos experimentando que cuando lo comentamos cae bien.
Particularmente en mi circulo de trabajo o familia muy poca gente sabe de esta conexión que sostengo desde hace ya algún tiempo, pocos saben que soy reikista, muchos menos maestro de reiki, son contados los que saben que estudio psicología espitirual mas allá de mis compañeros de academia, pero de todos modos cada vez que converso con alguien dejo que mis palabras salgan sin prejuicios, sin temor a nada, y cuando cabe la aclaración o si la persona me consulta revelo mis actividades espirituales, las cuales siempre son bien recibidas.
Animate a hacer lo que queres hacer, no temas de la mirada de los demás, de la opinión de los demás, quien observa la vida del otro es quien no se atreve a observar su propia vida.
No dejes que se pase el tiempo para tomar esa decisión que queres tomar, para empezar eso que desde hace tiempo que postergas, para demostrar tu amor o tus habilidades en determinado campo, ya que en definitiva todo el mundo desaparece y quien queda con sus asignaturas pendientes es uno, por no haberse animado a hacer en determinado momento lo que su corazón pedía.
Estamos terminado febrero, prácticamente el año recién comienza, averigua por ese curso que te interesa, que venís postergando, llama a esa persona que te gusta y busca el motivo para un encuentro, no tengas prejuicios para nada, hace tu vida, viví tu vida, disfruta tu vida, recorda que siempre es mejor lamentarse por algo que se hizo y no arrepentirse por lo que se dejo de hacer, si es algo que lo sentís en el corazón, si es algo que crees que te corresponde, que lo mereces, que lo necesitas, no tengas miedo, abrí esa puerta, no tengas dudas, ya que si es lo que el universo quiere para vos el resto de las puertas se abrirán, de lo contrario será otra experiencia mas en tu vida que te mostrara cual es tu verdadero camino.
Caminante no hay camino, se hace camino al andar.
Gracias por estar.
Mi amor de dios hacia vos.
Soy Reiki
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