La semana pasada me tome un día y lo disfrute junto a mi hija ya que el viernes terminaron las vacaciones de invierno en Buenos Aires.
Fuimos a Temaiken, un zoológico medianamente nuevo el cual yo no conocía, ella estaba con algo de temor por que creía que los tiburones del acuario la podían morder, todo eso a partir de una situación simpática que habíamos generado, la cual se transformo en algo preocupante en su cabecita.
La cosa es que cuando entramos al acuario tenia miedo y yo busque la manera de ayudarla para que disfrutara el momento, al principio fue con bromas, pero estas no producirán ningún efecto, entonces la levante en brazos, me apoye en le vidrio del acuario y le demostré que de ninguna manera podríamos ser atacados por los peces. Le explique además que nosotros solo los estábamos mirando y que por ende ellos no deberían sentirse amenazados por nuestra presencia por lo cual nos podíamos relajar mas, pero su estado cambio cuando le dije “ves lo que estas viendo también fue creado por dios, te das cuenta que dios no solo nos creo a nosotros, también creo todo lo que ves sobre la tierra y debajo de ella, ese tiburón es una creación de dios, ¿no es hermoso? (ella asintió con su cabeza), si dios lo creo a el y te creo a vos, quiere decir que ambos son hermanos y si son hermanos se deben amar como tales, ¿vos amas al tiburón?, ella me dijo SI, entonces decile al tiburón que lo amas y tirale un besito, así el también lo sabe”. Ella lo hizo y con una sonrisa le tiro un beso a un tiburón, lo que sucedió después indudablemente es una obra de dios, ya que el tiburón de esta historia giro hacia nosotros y se acerco al vidrio, permitiéndome tomar la fotografía que les adjunto. Me sirvió para decirle, “ves, el tiburón sintió tu amor y se dio vuelta para decirte que el también te ama”. Ella apoyo su mano en el vidrio, sin ningún temor y continuamos nuestro recorrido por el parque dejando atrás toda sensación de miedo hacia los animales en el camino.
Vean la foto, por que cada vez que la veo me parece mas un cuadro extraído de Buscando a Nemo que un recuerdo de un paseo familiar como el que fue.
Esto nuevamente nos muestra que cuando estamos alineados con el universo, el universo es quien auspicia nuestra misión.
Fuimos a Temaiken, un zoológico medianamente nuevo el cual yo no conocía, ella estaba con algo de temor por que creía que los tiburones del acuario la podían morder, todo eso a partir de una situación simpática que habíamos generado, la cual se transformo en algo preocupante en su cabecita.
La cosa es que cuando entramos al acuario tenia miedo y yo busque la manera de ayudarla para que disfrutara el momento, al principio fue con bromas, pero estas no producirán ningún efecto, entonces la levante en brazos, me apoye en le vidrio del acuario y le demostré que de ninguna manera podríamos ser atacados por los peces. Le explique además que nosotros solo los estábamos mirando y que por ende ellos no deberían sentirse amenazados por nuestra presencia por lo cual nos podíamos relajar mas, pero su estado cambio cuando le dije “ves lo que estas viendo también fue creado por dios, te das cuenta que dios no solo nos creo a nosotros, también creo todo lo que ves sobre la tierra y debajo de ella, ese tiburón es una creación de dios, ¿no es hermoso? (ella asintió con su cabeza), si dios lo creo a el y te creo a vos, quiere decir que ambos son hermanos y si son hermanos se deben amar como tales, ¿vos amas al tiburón?, ella me dijo SI, entonces decile al tiburón que lo amas y tirale un besito, así el también lo sabe”. Ella lo hizo y con una sonrisa le tiro un beso a un tiburón, lo que sucedió después indudablemente es una obra de dios, ya que el tiburón de esta historia giro hacia nosotros y se acerco al vidrio, permitiéndome tomar la fotografía que les adjunto. Me sirvió para decirle, “ves, el tiburón sintió tu amor y se dio vuelta para decirte que el también te ama”. Ella apoyo su mano en el vidrio, sin ningún temor y continuamos nuestro recorrido por el parque dejando atrás toda sensación de miedo hacia los animales en el camino.
Vean la foto, por que cada vez que la veo me parece mas un cuadro extraído de Buscando a Nemo que un recuerdo de un paseo familiar como el que fue.
Esto nuevamente nos muestra que cuando estamos alineados con el universo, el universo es quien auspicia nuestra misión.
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