Hace 80 años asomabas al mundo, seguramente tu llegada tuvo la emoción del primer hijo y la ilusión que toda vida que llega trae consigo. Nadie sabía cuál sería tu recorrido que duró solo 66 años, pero fueron tan intensos, tan profundos que lograste ser eterno.
Tuviste una vida maravillosa, amasaste y fuiste amado, aprendiste y fuiste un maestro, cosechaste tu siembra, y tus frutos siguen alimentando.
Dios tenía escrito el guion de la película que protagonizaste, que dirigiste y musicalizaste, en tus letras dejaste plasmado tu paso por la línea del tiempo, esas canciones hacen que hasta en los sitios más remotos del mundo siempre haya alguien cantando alguna expresión de tu ser.
Hoy te escribo, (como tantas veces), hoy te recuerdo como siempre, tal vez un poco más, como suele suceder en las fechas especiales porque hoy se conmemora el día que encarnaste para ser mi padre, y yo, que me expreso escribiendo abrazo en letras tu esencia, que siempre me está acompañando.
A mi viejo.
Ale Flores
13 de junio de 2024
La Merecida
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