El 15 de febrero de 1998 mi vida comenzó a cambiar, ese día emprendí un viaje que debía durar un año, un desafío que me obligaba a crecer, crecer como profesional, pero más aún como persona, cuando empezó ese proceso no sabía que un cambio muy importante estaba por llegar, desconocía que la vida tiene ciclos, y sin saberlo estaba concluyendo el tercer ciclo en esta encarnación, dejando atrás cosas que debían ser liberadas.
El 15 de febrero de este año inició otra etapa, la séptima, siento que estoy dejando atrás muchas cosas, y también por momentos me visita la confusión, es la misma sensación que atravesé cuando tuve que dejar todo en Buenos Aires para radicarme en Caracas. Por momentos vuelvo a sentir soledad, por otros que mi mente está a punto de colapsar, pero como los años traen experiencia y cada etapa deja sabiduría, siento que atravieso un parto que dará a luz la etapa que inicia, se que todo pasa, que todo cambia, que solo el alma es eterna, como lo es la energía, que muchas veces me he sentido agazapado, y aunque mi ego me quería hacer creer que estaba derrotado, solo estaba tomando impulso para volver a volar.
Ale Flores
9 de febrero de 2022
La Merecida
En mi oficina
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