La profundidad que habita en la intención de dar

Empecé a entender que debía atender, aceptar crecer, ser, y dar.

Acepte cobrar como retribución justa a la dedicación profunda, como compensación de energías que se disponen a dar y recibir.

No se puede vender el amor, pero tampoco puede haber amor donde no es retribuido de algún modo, ya que tarde o temprano se de desbalancea y se hace insostenible.

Cuando entro en contacto con las energías que buscan sanación desaparece todo lo demás, nada tiene más valor que esa unión de almas, ese poder que se genera al entregarse mutuamente a la energía del amor que a todos nos une, el espejo se despliega dejándonos ver mutuamente el brillo y la oscuridad. Reparamos reparando nuestros propios conflictos, sanamos sanándonos a nosotros mismos.

Cada encuentro es único, cada sesión es un encuentro en la luz donde solo puede haber amor.

Quedo en paz después de dar paz, quedo en armonía después de alcanzar la armonía. Quedo en amor cuando recuerdo y ayudo a otras mentes, a otras almas a reencontrarse con el amor.

Cada ser que me confía su sanación es un desafío, es el momento en el que debo conectarme con mis conocimientos ancestrales y dejar fluir el sanador que fui en cada encarnación pasada, usando los conocimientos obtenidos en esta ultima como canales para llegar a la sabiduría que habita en mi ser, pudiendo desde ella conectarme con la fuente de vida que es Dios donde todo fluye para quien acepta.

Sé que a muchas personas estas palabras les resonarán fuerte, y a esas almas están dirigidas, todos necesitamos sanar, estamos en un momento en el que la humanidad toda necesita sanación y no podemos sanar a otros desde nuestras carencias. Tenemos que prepararnos para ser quienes vinimos a ser.

Si estas palabras resuenan en tu mente, en tu corazón, buscame, será un placer guiarte, de lo contrario podes ser un puente para que lleguen a quien tienen que llegar, para que me conecten con las almas que me están buscando, y yo las estoy buscando a ellas.

Sea como sea, estas palabras también llevan en sus vibraciones el poder sanador del amor, y aunque no sientas su vibración te aseguro que la semilla quedará y cuando sea el momento florecerá en tu vida para que encuentres tu camino, tu guía, y puedas comprender la profundidad que habita en la intención de dar.

Ale Flores

2 de mayo de 2021

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