Si notamos que nuestra mente esta acelerada.
Que no hay descanso entre pensamiento y pensamiento, entre idea e idea, paremos. Calmemos la fiera, hagámoslo ahora tomando conscientemente oxigeno por la nariz, llenando los pulmones y liberándolo lentamente.
Imaginémonos a nosotros mismos en una hermosa playa, un día soleado y muy agradable.
El cielo lo vemos totalmente despejado, cubriendo un hermoso mar, y nosotros ahí, disfrutando de ese lugar.
Vemos en el mar surfistas surfeando olas, imaginémonos a nosotros mismos surfeando, si esa idea les resulta desequilibrante, simplemente imagínense observando a los surfistas desde la playa.
Cada ola es un pensamiento o un problema que desde nuestra mente se manifiesta ahí, y vemos como nosotros, o el surfista que nos representa surfea la ola que termina diluyéndose en la orilla.
Así una y otra vez, problema tras problema, pensamiento tras pensamiento, imagen tras imagen. Sin involucrarnos en lo que representan, solamente viendo como se convierten en una ola y son surfeados hasta que pierden poder y se desvanecen en una suave espuma que vuelve al mar.
Para los surfistas las olas son necesarias para la práctica de su actividad, por lo tanto ayudémoslos dándoles cada uno de los pensamientos para que puedan seguir surfeando en la medida que salen de nuestra mente y toman forma en el mar.
Imaginemos siendo ellos, sobre una tabla surfeando las olas, sabiendo que esas no nos afectaran, ya que la tabla nos protege y la habilidad que tenemos para mantenernos sobre ella nos mantiene fuera de todo peligro, permitiéndonos incluso disfrutar de una experiencia maravillosa.
Cada inhalación es una ola, cada exhalación es un problema que se va.
Lentamente vamos viendo que ese mar se vuelve cada vez más calmo, y con nuestra tabla nadamos hasta la orilla, salimos de agua y nos quedamos bajo el sol, sintiendo el calor del lugar, la brisa del lugar, contemplando ese mar sobre la blanca arena que se encuentra debajo de nuestros pies.
Nos quedamos ahí, contemplando esta imagen, este paraíso, disfrutando de esta experiencia.
Nuestros pensamientos no son los mismos, ya estamos más tranquilos, ahora estamos en paz.
Ya podemos salir y surfear la vida, imaginando que cada situación que nos desagrada, que cada pensamiento desequilibrante, que cada problema es una ola que surfearemos sin temor a ser arrastrados por su fuerza, sabiendo que tarde o temprano esa ola se desvanecerá en la orilla convirtiéndose en una suave espuma, blanca y radiante.
Ya hemos calmado nuestras emociones.
Sin dudas será un gran día.
Anda, surfea la vida.
Ale Flores
22 de Octubre de 2011
Gracias por estar.
Mi amor de Dios hacia Vos.
· Solo por hoy no te preocupes.
· Solo por hoy se honesto.
· Solo por hoy se bondadoso con los demás.
Ale Flores
Yo Soy
de “EL ARTE DE VIVIR”
9 comentarios:
jejeje que lindo ale! muchas gracias por la dedicatoria! buena la foto. Del 25 al 31 me voy a surfear a chile, mientras seguiremos surfeando la vida por acá.
espero verte el domingo ya q hoy va Pao, un abrazo gigante, Fran.
gracias, ale por tus palabras. benciciones!!
NAMASTE!!!!!
muy linda reflecion me encanta
Muy bueno ,pero cuesta ponerlo en práctica
me encanta, gracias!
Muy bueno!!!!pero a veces me supero y desbordo!!!!gracias por el consejo!!!!
Namaste
gracias a ti, Ale!
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