Es el día en el que debemos ocuparnos de la mente, no de alimentarla, de frenarla.
Quien no puede detener la mente se convierte en de-mente, un demente, un dependiente de la mente más allá del corazón.
Quien se apoya solo en su intelecto se separa de Dios, aunque EL nunca se separa (siempre se mantiene unido), es la mente la que se niega a la unión, cree más en si misma que en el poder de su padre, en el amor de su padre.
El sábado es el día de la contemplación.
De la reconexion.
Es el día en el que debemos transmutar las emociones nuestras y de nuestro mundo con la llama violeta transmutadora que dirige el Amado Maestro Saint Germain.
El sábado debemos purificarnos respirando conscientemente.
Oxigenar nuestro cuerpo y nuestra mente.
Desenredar nuestros pensamientos, relajar el cuerpo.
Unir la mente con el corazón. Unir la respiración con la materia.
El sábado es el día para poner los pies descalzos sobre la tierra, para caminar por el césped, para tomar sol recostados sobre el pasto.
El sábado es el día para brindarnos al padre cielo y a la madre tierra.
El sábado es para purificarnos, el sábado es para energizarnos.
La noche del sábado es para ver las estrellas, para encontrar luz en la oscuridad.
El sábado es el día de retomar el camino, porque el sábado es el refugio donde el buen peregrino sabe descansar.
Y hoy es sábado.
Voy a poner en práctica todas las palabras que aquí he expresado.
Me voy a descansar.
Ale Flores
22 de Octubre de 2011
Gracias por estar.
Mi amor de Dios hacia Vos.
· Solo por hoy no te preocupes.
· Solo por hoy se agradecido y humilde.
· Solo por hoy se honesto.
· Solo por hoy se bondadoso con los demás.
Ale Flores
Yo Soy
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