Un amigo que siempre me recibió con los brazos abiertos, que con su fuerza purifico mis emociones y me dio poder para afrontar los desafíos.
Me dio su poder por primera vez cuando supe que debía tomarlo, rondaba los 14 años y tenia que rendir 4 materias para pasar de año, estudiar me costaba mucho así que a pesar de haber llevado mis libros a Mar del Plata poco los toque.
Faltaban días para los exámenes y el año estaba perdido, fue durante mi ultimo día de esas vacaciones que mi tía me dijo: “entra al mar y toma su fuerza, cárgate de su energía y rendí”. Y así fue, entre al mar como tantas otras veces pero esa vez mi conciencia estaba despierta. Me cargue con esa energía, sentí el poder del mar en mí y así me sentí, lleno de poder, de energía, capaz de todo. Pase de año. Repetí esa experiencia cada vez que me reencontré con el mar y a eso voy, a reencontrarme con ese amigo.
Con ese amigo que no me pide nada, a quien cuido por amor y de quien solo recibo amor, pureza y fuerza.
Voy a pasar largas horas frente a él, contemplándolo, respetándolo, respirándolo. Voy a pasar largas horas bañándome en su amor, cargándome con su fuerza, sanándome con su pureza.
Voy a abrazar a ese amigo, sabio, poderoso, bondadoso.
Voy a estar en paz.
Voy a estar en él.
Gracias por estar.
Mi amor de Dios hacia vos.
Soy Reiki
Yo Soy
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