Antonio es un amigo que conocí hace unos años del cual hable en algunos mensajes que envié oportunamente, para quienes no los recuerden o no hayan sido integrantes del grupo en aquel entonces, les cuento que Antonio es un señor que vive en Buenos Aires, en el Barrio de Belgrano, habitualmente se lo puede encontrar en la calle Estomba entre Echeverría y Sucre, en la entrada de la casa que esta pegada a la iglesia de San Patricio, casa que pertenece a la misma congregación.
Digo en la entrada por que Antonio no tiene casa, vive ahí, en la vereda. Duerme refugiado detrás de un arbusto ubicado en el cantero de la casa, sus pertenencias, pocas, claro, lo acompañan en bolsas, bolsos o como él pueda, ellas sobreviven, a veces, a las inclemencias del tiempo e incluso a las manos de ciertos delincuentes que ni siquiera se apiadan de este ser aparentemente desamparado.
Digo aparentemente, ya que él tiene muy claro que esto no es así, que el vive bajo la gracia de Dios. Antonio es un ser con quien habitualmente comparto conversaciones, ahí, en su casa. Hablamos de la vida, me cuenta sus vivencias, como comprendió que la agresión, camino que transito durante muchos años, no le sirvió para nada, me explica como transformo su vida desde el momento que decidió no consumir más bebidas alcohólicas, en fin, un ser con quien se puede aprender muchísimo simplemente viéndolo leer debajo de la sombra de un árbol.
Decía que me llamo mi mamá porque días atrás me había comentado que tenia mucha ropa y estaba pensando en a quien donársela, fue ahí que le hable de él, le explique como llegar y le comente de sus necesidades.
El domingo ella fue con mi papá, cuando lo vio se le acerco y le pregunto:
“Es usted Antonio”
“Si”, respondió.
“Yo soy la mamá de Alejandro”
Antonio perdió su mirada en el cielo tratando de recordar de quien hablaba, en ese momento mi mamá creyó que el no recordaría quien era yo, fue en el momento que estaba por explicarle quien era y el motivo de su visita que Antonio irrumpió a los gritos:
“ALE”, “ALE”, como esta “ALE”
Su cara estaba iluminada, me contó mi madre con lagrimas en su voz, debió hacer una pausa para que la respiración le permitiera seguir hablando, me expreso la emoción que sintió transmitida por ese hombre, “parecía que era tu abuelo” me decía mi mamá, “¿como te conoce tanto?”
Y ahí charlamos durante unos minutos sobre como nos conocimos, historias que podrán conocer o recordar en los siguientes links http://mensajesdelaluz.blogspot.com/2008/05/una-pequea-historia.html y http://mensajesdelaluz.blogspot.com/2008/11/el-exito.html.
El motivo de mi mensaje de hoy es regalarles esta posibilidad, la de acercarse a un ser de luz, un ser maravilloso que retribuirá con sonrisas, abrazos y seguramente palabras de luz todo lo que puedan hacer por él, quizás sea alcanzarle una revista, un periódico, un libro, algo de ropa, comida, lo que sea, o simplemente permitirse unos minutos para hablar con alguien que vivió todo, que recorrió todas las dimensiones que se pueden recorrer dentro del cuerpo físico, y que hoy habla con las palomas, sabe que Dios lo asiste, que a él se debe, que Dios lo provee de todo lo que necesita, utilizando claro canales como yo, como mi mamá, como Jorgelina, una integrante del grupo que alguna vez se ofreció a llevarle comida y no saben ustedes lo feliz que lo hizo.
Se que muchos de ustedes no están en Buenos Aires, pero se también que en cada ciudad al muchos Antonios, es por eso que los invito a permitirse esto, asistir, con lo que puedan, a estas almas que siempre tienen una devolución agradable para nosotros, siempre ofrecen su gratitud con todo el amor que tiene, con todo el afecto que tiene.
Cada uno recibe lo que se merece, cada uno co-crea su realidad, es verdad, lo sabemos, pero también sabemos que uno cosecha lo que siembra, que uno recibe lo que da, que dando es como se recibe, que hoy por ti mañana por mi, les pido esto, les ofrezco esto, esta posibilidad, cada uno decide que hacer, yo por mi parte, ya lo he decidido.
Gracias por estar.
Mi amor de Dios hacia Vos.
Soy Reiki
Yo Soy
Soy Ale
No hay comentarios:
Publicar un comentario