YO SOY la amorosa llama violeta transmutadora del amor y del perdón

Pensaba empezar este texto contando lo difícil que es explicar cuán necesario es que todos comprendamos la importancia del uso de la llama violeta, lo digo en tiempo pasado, ya que fue cuando busqué el modo en mi mente y pensé. Ahora, simplemente voy a envolverme en la llama violeta y dejaré que ella se exprese en palabras que serán vibración:

En el corazón de todo ser habita la triple llama; azul, dorado y rosa. Cuando las llamas azul y rosa se unen se establece la llama violeta que transmuta todas las emociones presentes y pasadas, todas las vibraciones negativas del cuerpo, la mente y el espiritu alcanzando también todo lo que nos rodea.

La única forma que tiene el ser encarnado de purificar sus vibraciones negativas es por medio de la conexión con la luz que se manifiesta en las diferentes llamas, en especial la llama violeta por su elevado poder transmutador.

La llama violeta borra inmediatamente toda energía negativa y expande al universo vibraciones que son puro amor.

Si bien la vibración de cada uno alcanza a todo lo que lo rodea, nadie puede purificar a otro ya que Dios nos dio libre albedrio y solo la llamada puede ser atendida, eso sí, Dios siempre responde a quien le solicita su atención.

La llama violeta debe ser practicada diariamente por todo ser encarnado para elevar las vibraciones del planeta, por lo cual además de su práctica debemos difundir su importancia y su acción.

La práctica ha sido simplificada para la era de acuario, por lo cual no requiere más que concentración y pura conciencia para ser realizada.

Es así: Nos concentramos en la triple llama que habita en el corazón, y del lado izquierdo vemos salir la llama azul que desciende por el hombro izquierdo hasta anclarse debajo de los pies. Volvemos la atención al corazón, y del lado derecho vemos salir la llama rosa la cual derrama desde el hombro izquierdo su belleza hasta anclarse debajo de los pies donde se une a la llama azul formando la brillante y pura llama violeta que sube entrelazándose con el cuerpo hasta la garganta donde se une y se expande a todo lo que nos rodea. A medida que respiramos y expandimos nuestros pulmones, la llama violeta se expande a nuestro hogar, nuestra familia, nuestro barrio, ciudad, país, continente, planeta universo, llegando a todo lo que lo habita sobre y bajo de la tierra o agua, en esta y en todas las dimensiones.

Luego llega un instante de plenitud total en la que sentimos la llama violeta llegando a todo lo creado elevando su vibración, en ese momento entramos en un instante de plenitud y poder tal que le permite a la llama violeta sanar cualquier vinculo, cualquier relación, cualquier vibración de esta o de otras encarnaciones.

En ese estado nos envolvemos en un tubo de luz blanca que nos protege de toda impureza que pueda llegar desde cualquier lado para que la misma vuelva a la fuente que la impartió transmutada en amor. De este modo ya estamos listos para iniciar nuestro día.

Si cada alma encarnada comprendiera el beneficio que implica en su vida y en la de los demás que cada día realice esta práctica las vibraciones de la llama violeta harían que cada uno reciba lo que realmente le corresponde por añadidura, eliminado el sacrificio y sanando cualquier vinculo negativo de sus registros akashicos.

Que la amorosa presencia YO SOY sea en ti durante este día.

YO SOY la amorosa llama violeta transmutadora del amor y del perdón.

Gracias Amado Maestro Saint Germain.

Ale Flores

6 de Julio de 2019

La Merecida

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Con Uma y Lola