Quienes viven de la tierra de manera conciente, los campesinos, agricultores, floricultores, etc., confían en el proceso natural, saben como fertilizar la tierra, cuando deben sembrar, cuidar de las malezas y los insectos que atacan sus cultivos (egos). Saben cuando regar o confían que en que las lluvias se ocuparan de hacerlo.
Ven aparecer los brotes y saben exactamente cuando será el momento de la cosecha, por ende solo les queda confiar, ocupan en tiempo restante en otras cuestiones, no están diciéndole a los brotes que crezcan, los dejan ser. Realizan su labor con precisión y dejan en resto a Dios. Los creyentes le piden a EL una buena cosecha y cuando esta llega se la agradecen.
Nuestra siembra es en cada acto, pero para eso debemos preparar nuestra tierra (cuerpo).
Respiración, alimentación, meditación son tres actos que realizamos todo el tiempo de manera conciente o inconciente.
Cada respiración nos nutre.
Cada alimento o pensamiento nos alimenta.
Cada creencia la meditamos en diferentes dimensiones de forma conciente o inconciente.
El aire es lo que respiramos. Lo tomamos de manera inconciente y es lo que nos vincula con todos ya que todos respiramos el mismo aire. No tenemos que preocuparnos por procurarlo a diferencia del agua o la comida, el aire esta.
¿Será esta la representación de la presencia de Dios en los vínculos?, ¿Comprender que siempre EL está?.
Los vínculos con las personas, con el trabajo, con la naturaleza, en definitiva los vínculos con Dios. Confiemos un poco más en Dios y en el proceso natural de las cosas.
Confiemos en nuestro padre.
En nuestro creador.
Y démosle gracias por todo ya que es la forma de enseñarle al ego a confiar.
Gracias por estar.
Mi amor de Dios hacia vos.
Soy Reiki
Yo Soy
1 comentario:
Gracias Ale por tu amor traducido en palabras
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