Sentí eso cuando lo plante, sentí que los árboles de mi jardín le daban la bienvenida, sentí que me confirmaban que el sitio para ese naranjo era el que yo había elegido, y sentí que algo sucedía, que había algo mas allá de lo que estaba percibiendo, que me faltaba ver.
Empecé a meditar y comprendí que hace solo 5 años tome el primer nivel de Reiki, si bien fue en compañía de mi mujer y mis padres, ninguno de ellos continuó su tarea como Reiksta, no asistieron a intercambios ni continuaron realizando cursos. Solo fueron observadores de mis cambios, protagonistas de la historia de mi vida desde sus roles principales o secundarios de acuerdo al momento o la escena.
Cuando tome el primer nivel de Reiki mi vida era un caos, económicamente sufría muchísimo la falta de dinero, me sentía no reconocido a nivel laboral, la tensión en mi casa por los problemas económicos era muy grande, mis cargas mentales estaban al máximo, dormía mal, mi cuerpo estaba enfermo al igual que mi mente. No podía estar mucho tiempo en compañía de mi papá o de mis hermanos sin discutir, era común terminar alguna reunión familiar abruptamente y totalmente enojado.
Lo primero que decidí fue dejar de discutir, dije “yo no quiero mas esto” y cada vez que una reunión comenzaba a girar para el lado de la discusión yo decía en voz alta “yo no discuto” y dejaba que ellos hablaran sin que me importara lo que dijeran, así fue como los almuerzos dominicales y las fiestas familiares comenzaron a cambiar, como no había lugar para la pelea llego el silencio, y al silencio lo reemplazo la conversación amable, las risas, hasta ahora que reunirnos es un verdadero placer.
La historia continuo y no quiero aburrirlos con detalles de mi vida que además no hacen al espíritu de este mensaje, lo que quiero compartir con ustedes, es que siento que parte de mi misión en la tierra ha terminado, y les cuento por que, además de estas 3 cosas que ya les comente que realice, mi ámbito familiar vivo cambios que siento que algo tienen que ver con mi misión, ustedes sacaran sus propias conclusiones.
Hoy en día mis padres asisten a Yoga y a meditaciones. Mis hermanos menores hace ya algunos años que practican Yoga y mi hermano mayor, con él que siempre me costo mas relacionarme, se acaba de inscribir para tomar el primer nivel de Reiki.
Nunca me propuse “encaminarlos” ni nada por el estilo, en estos 5 años y quizás antes, sostuve con todos ellos conversaciones muy largas, al principio eran una suerte de desafíos del saber que ellos me hacían, no se en realidad si ellos me lo hacían o si era mi propio ego el que me atacaba tratando de desbarrancarme del camino, lo que se es que en el momento que elegí el silencio en lugar de la discusión la cosa cambio.
Después llegaron charlas mas profundas, canalizaciones, esas charlas que se que ustedes experimentan en las que uno siente que alguien habla por nosotros, escuchamos lo que decimos y nos damos cuenta que a partir de pequeños recuerdos que tenemos por cosas que leímos, escuchamos o vimos, somos capaces de desarrollar temas complejos en el lenguaje que nuestros interlocutores necesitan recibir para comprender, es como si tuviéramos la medida exacta de lo que “el otro” necesita recibir en ese preciso instante.
Hoy siento que me prestan más atención, que escuchan mis palabras y que me piden consejos sobre muchas cosas que les suceden, que se sienten bien en mi presencia, que buscan sin saberlo retro alimentar su luz desde mi luz, siento que necesitaron ver mis cambios para comprender el camino, que siguen observando lo que sucede en mi vida y a mi alrededor, cada vez con mayor atención.
Por eso, siento que llegue a esa familia como parte de un proceso que lleva varias encarnaciones y que mi misión para con ellos era mostrarles el camino, sin forzarlos a nada, solo desde mis propios cambios ayudarlos a que ellos mismos encontraran el rumbo y por ende pudieran experimentar su propia sanción.
Tengo 36 años, no se cuantos años mas durará esta encarnación, y entre nosotros, no me importa.
Se que lo que hice hasta hoy lo hice bien, se que fue un buen padre, un buen hijo, un buen marido, un buen hermano, un buen amigo, un buen hijo de dios.
Se que a cada una de las personas que me rodeo y a ustedes, les dejo lo mejor de mi, que no me guarde nada para más adelante que siempre jugué con las cartas sobre la mesa.
Solo Dios sabe lo que viene, yo no tengo ni idea, quizás en otra época quería saber como seria el futuro, ahora no, ahora solo pretendo vivir en presente, sentir, mirar, y disfrutar, sabiendo que lo recorrido bueno o malo forma parte de lo que soy y lo que soy es reconocerme como hijo de dios, levantarme cada mañana sabiendo que no estoy solo, que la presencia de dios me acompaña en cada aspecto de mi vida, que todo lo que ofrezco desde mi amor me vuelve multiplicado en las bendiciones que recibo, que obro desde la honestidad, desde la luz, desde quien soy y cuando uno esta en el lugar en el que me siento, en el que se que estoy, donde lo único que prevalece es la voluntad del padre, todo esta cumplido, todo esta en orden, todo esta en paz.
Repasa tu vida, observa tus cambios, fijate en cuantos lugares hiciste y estas haciendo tu misión, fijate a cuanta gente le estas dando luz o le diste luz en el pasado, estas haciendo las cosas bien, esta cambiando tu vida por que desde tu corazón pediste un cambio, por que te hartaste de estar mal, de discutir de pelear con tu mente y con todos, hoy, ayer, antes de ayer pediste un cambio, entendiste que la vida es algo mejor a como te sentías y dios te esta mostrando que esa es la verdad, que la vida es maravillosa, que tenes mucho por hacer y que ya hiciste mucho. No estas aquí para sanar a nadie, solo para darte amor, veras que en la medida que te des amor todos se sanaran a tu alrededor, se retiraran los que deban retirarse y se iluminaran los que deban iluminarse, por que así es el ciclo, por que cada uno vive su propia evolución, por que un faro irradia su luz a todos y a todo sin intervenir en el curso de nadie, sin preocuparse por lo que cada uno hace, dice o piensa, solo irradia luz y deja que cada quien haga lo que siente, sin juzgar, sin reprimir, sin odiar.
No escribí esto para contarte de mi, no me interesa, no soy ejemplo de nada, ni siquiera me interesa que sepas quien soy desde lo terrenal, por que eso no tiene importancia, por que lo que vale es la esencia y en la esencia somos lo mismo, yo viví lo que viviste vos, yo sentí lo que sentiste vos, yo pase por lo que pasaste vos y se que eso que viví me permite decirte hoy, vas bien, mira para adelante, mira para los costados, fijate todo lo que creciste, fijate todo lo que hiciste, mira al cielo, dale gracias a Dios y pedile que te siga guiando, yo estaré aquí cuando me necesites.
Gracias por estar.
Mi amor de dios hacia vos.
Soy Alejandro
Yo Soy
1 comentario:
Muy ciertas tus palabras, espero me ayuden a hallar el equilibrio. Besos y Muchas Gracias!
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