El camino esta mostrado

Yo no soy un ejemplo, no pretendo serlo. No busco mostrar que mi persona es ejemplar, ya que no lo es. Cometo los mismos errores que cualquiera, siento las mismas emociones que cualquiera.

No intento a través de los textos mostrar mi persona, ya que ella es una construcción, no un camino.

A veces cuento mis vivencias ya que eso me acerca más a ustedes y por ende pueden sentirse semejantes a mí, que es lo que somos, semejantes. Uno.

Cuento mi camino, ya que él si puede ser un camino para otros, como los caminos de otros me ayudaron a ver el mió.

Cada uno recorre su camino.

Todos tenemos dones.

Todos fuimos dotados con habilidades útiles para nuestra misión. Fundamentales en nuestra misión. Debemos explotarlos y el camino nos lleva a eso a explorarlos y explotarlos al máximo. Sin sufrimiento, con mucho amor.

Hacer nuestra misión nos proporciona felicidad, nos da paz, bienestar, salud, abundancia.

Nos permite obrar con la ley, desde la ley e imponer la divina presencia en todo.

Es como la parábola de los talentos que siempre cuenta el maestro Yoel:

¿Qué significa la parábola de los talentos?

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos esta parábola: Un hombre que se iba al extranjero llamó a sus siervos y les encomendó su hacienda: a uno dio cinco talentos, a otro dos y a otro uno, a cada cual según su capacidad; y se ausentó. enseguida, el que había recibido cinco talentos se puso a negociar con ellos y ganó otros cinco. Igualmente el que había recibido dos ganó otros dos. En cambio el que había recibido uno se fue, cavó un hoyo en tierra y escondió el dinero de su señor. Al cabo de mucho tiempo, vuelve el señor de aquellos siervos y ajusta cuentas con ellos. Llegándose el que había recibido cinco talentos, presentó otros cinco, diciendo: Señor, cinco talentos me entregaste; aquí tienes otros cinco que he ganado. Su señor le dijo: ¡Bien, siervo bueno y fiel!; en lo poco has sido fiel, al frente de lo mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor. Llegándose también el de los dos talentos dijo: Señor, dos talentos me entregaste; aquí tienes otros dos que he ganado. Su señor le dijo: ¡Bien, siervo bueno y fiel!; en lo poco has sido fiel, al frente de lo mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor. Llegándose también el que había recibido un talento dijo: Señor, sé que eres un hombre duro, que cosechas donde no sembraste y recoges donde no esparciste. Por eso me dio miedo, y fui y escondí en tierra tu talento. Mira, aquí tienes lo que es tuyo. Mas su señor le respondió: Siervo malo y perezoso, sabías que yo cosecho donde no sembré y recojo donde no esparcí; debías, pues, haber entregado mi dinero a los banqueros, y así, al volver yo, habría cobrado lo mío con los intereses. Quitadle, por tanto, su talento y dádselo al que tiene los diez talentos. Porque a todo el que tiene, se le dará y le sobrará; pero al que no tiene, aun lo que tiene se le quitará. Y a ese siervo inútil, echadle a las tinieblas de fuera. Allí será el llanto y el rechinar de dientes.
Mateo 25, 14-30


Los talentos no sólo representan las pertenencias materiales. Los talentos son también las cualidades que Dios nos ha dado a cada uno.
La primera alude al que recibió cinco monedas y a su compañero, que negoció con dos. Cada uno debe producir al máximo según lo que ha recibido de su señor. Por eso, en la parábola se felicita al que ha ganado dos talentos, porque ha obtenido unos frutos en proporción a lo que tenía. Su señor no le exige como al primero, ya que esperaba de él otro rendimiento.

Igualmente se aplica a nosotros, según las posibilidades reales de cada individuo. Hay personas que tienen gran influencia sobre los demás, otras son muy serviciales, otras, en cambio, son capaces de entregarse con heroísmo al cuidado de personas enfermas, los hay con una profesión, con un trabajo, con unos estudios, con una responsabilidad concreta en la sociedad...

Pero puede darse el caso del tercer siervo del evangelio: no produjo nada con su talento. A Cristo le duele enormemente esa actitud. Se encuentra ante alguien llamado a hacer un bien, aunque fuera pequeño, y resulta que no ha hecho nada. Eso es un pecado de omisión, que tanto daña al corazón de Cristo, porque es una manifestación de pereza, dejadez, falta de interés y desprecio a quien le ha regalado el talento.
El que ama de verdad, querido amigo, no deja escapar ninguna ocasión para aprovechar sus dones y hacerlos fructificar en bien de los demás.

(http://mx.answers.yahoo.com/question/index?qid=20090116102502AAhCZ4f)

Dios ya nos dio las monedas de oro y es la divina presencia que habita en nosotros.

Es la luz de nuestro corazón.

Todos la tenemos, esta ahí aunque no queramos aceptarla, todos la tenemos y cuando puede aflora. Lo único que necesita la divina presencia para aflorar en nosotros es paz, es luz.

Cuando frenamos la mente o la sostenemos en amor al universo y a toda la humanidad florece el chackra 7 e ingresa la luz, esa luz llega a nuestro corazón y aflora la divina presencia.

Al entrar en ese estado todo es paz, no existe el error, el riesgo, la duda, ya que todo es amor y donde hay amor solo hay luz.

Lo que vemos como ego es un reflejo de nuestro propio ego, el cual solo aparece cuando la luz es baja.

En la divina presencia el ego no existe.

Usen cuarzos para alcanzar la divina presencia en ustedes, para dejar aflorar la divina presencia, para sentir ese estado, vibrar en ese estado.

Estas palabras salen de mi divina presencia, siento el fuego en mi cuerpo, siento los lotos abiertos al sol, el fuego va por mis venas hasta cada parte de mi cuerpo, hasta cada célula, siento el fuego en los dedos que sostienen la lapicera con la que escribo.

Siento la paz, siento el amor, siento la abundancia del reino.

Me concentro en la esencia para sanar mi cuerpo, dirijo esa energía a cada célula, a los huesos, a la sangre, a la piel, a la grasa, a los tejidos, a los pelos, a toda el agua que soy, al fuego que soy, a la tierra que soy, al aire que soy.

Gracias padre por permitirme mostrar el camino.

El camino esta mostrado.


Gracias por estar.


Mi amor de Dios hacia vos.


Soy Reiki


Yo Soy