Te veo a la distancia, te
escucho, te siento.
Conozco tus angustias, tus
inseguridades, sé de tus esperanzas, de tus fortalezas tanto como de tus
miedos.
Todo lo que me envías me llega
profundamente, en cada cosa que te resuena reconozco tu proceso, tu evolución,
tu crecimiento que es también el mío, ya que estamos unidos, estamos espejados.
Nos hemos encontrado en la
energía, en la luz que no entiende de distancias ni de tiempos.
Te he sabido bendiciendo mi
vida, y bendigo la tuya cada vez que te encuentro.
Las redes nos han unido, como si
buceáramos en el mismo mar, al mismo tiempo; Y en ese lugar donde muchas veces
surge lo peor de nuestra condición humana, yo sonrío feliz, cada vez que te
encuentro.
Ale Flores
16 de Diciembre de 2018
La Merecida
Silla Azul
Espacio Sagrado
Altar de Fuego
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