Los cambios ya son en vos

En las manos hay energía. Esto los reikstas lo conocemos bien. En realidad lo sabemos todos, ya que mucho antes de ser reikistas recibimos el “sana – sana” de nuestros padres y/o lo hemos realizado con nuestros hijos.

Hemos visto que frente a una dolencia física que sentimos, tendemos naturalmente a ponernos la mano en el lugar en que la dolencia se manifiesta.

Lo que hacemos en Reiki es reconocer esta verdad y aceptarla, ya que es irrefutable para nuestro ego por haberla comprobado él mismo.

Si acercas la mano a la frente sentirás calor. No te toques, solo a unos centímetros.

Si tenes las manos frías, activalas frotándolas.

Encendé tu fuego, mentaliza la energía de tu ser irradiando por tus manos y volve a probar.

Cuando lo sientas habrás cerrado un ciclo, un ciclo en el cual vos creías que no podías y ahora sabes que si podes.

La certeza es en vos.

Algo acabas de despertar dentro tuyo.

Una célula se ilumino y eso genera una reacción en cadena.

Cada día activa tu fuego.

Cada día experimenta sentirlo, al menos un instante.

Y otra célula se despertara y generara otra reacción en cadena.

¿Sabes?. Hacelo de mañana, ni bien te despiertes, antes de salir de la cama.

Si podes, volvé a hacerlo a lo largo del día. Donde estés, donde puedas.

Cada vez que des la mano habrá fuego.

En todo lo que toques habrá fuego.

En quien acaricies habrá fuego.

En quien abraces habrá fuego.

Será un fuego violeta, un fuego de transmutación, de cambios.

Porque estas haciendo tus propios cambios, activaste el chakra 7, en la frente, el del tercer ojo y los cambios ya son en vos.

Y como es adentro es afuera.

Gracias por estar.

Mi amor de Dios hacia vos.

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