Te volveré a encontrar.
Con otra piel. En otro cuerpo, pero con la misma mirada y el mismo tono de voz.
Me reconocerás. Te reconoceré.
Sabremos que caminamos juntos en otros tiempos.
Tal vez me toque ser tu padre. Quizás vuelvas a ser el mío.
Es posible que me rescates de una situación de peligro.
Dios te pondrá en mi camino, cuando sea el instante exacto. Cuando nos tengamos que encontrar, para recorrer juntos otra parte del camino.
Ale Flores
17 de Octubre de 2020
La Merecida
Espacio Sagrado
Altar de fuego
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