¿Será la muerte la síntesis de lo que venimos a aprender?
¿Será la prueba final del desapego?
¿De la posibilidad de entregar nuestra propia vida a la voluntad de Dios?
Si vivimos una vida plagada de dependencias, de apegos, de luchas. Si vivimos creyendo que tenemos certezas en nosotros, pero esas certezas están construidas sobre apegos, sobre dependencias. ¿Será la muerte la forma de aceptar que la vida la otorga Dios, la sostiene Dios y la retira Dios. Es realidad no retira nada, libera al espíritu del cuerpo para que retorne a la esencia y realice el periodo esencial, el de comprender desde el alma el juego, de hacer su propio análisis sobre lo experimentado en la tierra. El llamado juicio final.
Es el momento de tomar la libreta de calificaciones y aceptar las buenas y las malas notas, los aciertos y los errores cometidos, no con el afán de lamentarnos, con el propósito de mejorar, de crecer.
Tu ultimo cumpleaños, el ultimo año nuevo, la ultima navidad no se repetirán. No siquiera sabes si la próxima vez que te reúnas con tus seres queridos estarán quienes están hoy a tu lado.
Esos son momentos. Y la vida es una continuación de momentos.
Momentos que no se repiten, que siempre son diferentes aunque parezcan iguales, como las huellas digitales.
Solo podemos vivir el momento. Solo decidimos como vivir el momento, el presente, aquí, ahora. Ya.
Esta es la posibilidad, aquí están quienes te rodean, quienes te aman, quienes amas, son ellos, son esas caras que ahora aparecen en tu mente.
Están para acompañarte, para ayudarte, para darte amor, lo hacen como pueden, no los juzgues, cada uno de ellos también vive su propia experiencia.
Solo dales tu amor, solo abrí tu corazón ante esas presencias, sus vidas también fueron dadas por Dios, son sostenidas por Dios y serán retiradas por Dios. Tu vida y sus vidas son guiadas por Dios en esta y en cada una de las encarnaciones que tuvieron y tendrán.
Respira profundo, toma aire, hacelo varias veces. Dios esta en el aire, es el aire, es el agua, es la tierra y es el fuego.
Enfocate en el ahora, respiralo, pone tu mando derecha sobre tu frente. Y absorbe el fuego de Dios, ese calor que irradia tu mano.
Es el fuego de Dios, la energía vital del universo, ese fuego restaura tu cuerpo. Reinstaura tu bien-estar.
Equilibra tu cuerpo, tu mente, tu alma, cerra los ojos y empeza a ver los colores, es la luz que esta trabajando donde debe trabajar. Cada color representa un chackra, veras uno, veras muchos. Veras todos.
Si solo ves oscuridad, no te preocupes, las energías están trabajando sobre tus partes oscuras, no te culpes, todos las tenemos.
No interrumpas, deja que suceda, se tu propio canal a Dios, tu propio puente a Dios.
Esta es una técnica de sanción.
Esta es tu técnica.
Con esta técnica das gracias por el pasado, vivís el presente y te ordenas para el futuro, te limpias para el futuro.
Te entregas al proceso natural de la vida y lo vivís.
Deja a Dios el mando.
Entrega tu ego y deja que Dios te asista.
No esperes hasta el último momento, el momento de ceder el cuerpo, el momento final. En el que nos retiramos de este plano dejando atrás la materia.
Una vida material nos ancla, nos hace dependientes.
Una vida desapegada nos eleva.
¿Cómo queres llegar?
Vivamos solo el presente.
Esa es la voluntad de Dios.
Gracias por estar.
Mi amor de Dios hacia vos.
Soy Reiki
Yo Soy
No hay comentarios:
Publicar un comentario