Hermanos:
Tengo una propuesta para hacerles, creo que todos o la mayoría de nosotros conocemos la ley de metalismo, la primera ley de la creación que fue enseñada en la tierra por el maestro Enoch y luego por tantos otros maestros que la difundieron abriendo nuevas escuelas.
Esta ley básicamente dice que los pensamientos son cosas, que lo que pensamos se manifiesta, que el afuera es un reflejo perfecto del adentro.
Es por eso que hoy quiero pedirles que nos tomemos 5 minutos para tener únicamente pensamientos positivos, que imaginemos una civilización abundante, pacifica y que distribuya sus riquezas para que ningún ser vivo muera de hambre. Les pido que imaginemos verdes praderas con árboles frutales, campos cultivados con los 7 cereales, que veamos ganado en abundancia, que veamos gente feliz caminando por las calles de las ciudades donde vivimos, que imaginemos gente feliz y sana, que nos veamos a nosotros caminando entre las demás personas, saludando (salud dando), sonriendo, trabajando honestamente, ayudando al prójimo.
Les pido que hoy hagamos ese ejercicio, que cada día lo repitamos, son solo 5 minutos y aunque creas que no sirve de nada te aseguro que servirá para cambiar el mundo.
Una vez escuche del gran maestro Ari Paluch, no se puede cambiar el mundo, pero si la mente con la que lo observamos, yo creo que si todos enviamos pensamientos positivos podremos ayudar a que cada vez mas gente los tenga y que por ende cada vez menos gente sufra.
Lo que te aseguro es una cosa, si practicas esto cambiaras tu vida, ya que veras al mundo con otros ojos, sonreirás, saludaras y veras el amor donde antes lo veías, y por espejo reflejo todos el mundo será mas feliz ante tu presencia y vos serás muy feliz.
Te lo garantizo por que es el recorrido que hice para estar donde estoy, para permitirme que mis dedos choquen delicadamente sobre cada una de las teclas que me permiten enviar este mensaje, por que cada vez que doy un abrazo lo doy de corazón, sintiendo que amo a la persona que recibe ese abrazo por que si de da es por que ambos lo necesitábamos.
Si queres, cuando mentalices imagina que dios te esta abrazando, podes sentir su presencia, te lo aseguro, podes sentir su energía, su calor.
Solo cerra los ojos, solo permití pensamientos positivos, pedile a tus guías que te ayuden, pedile a tus ángeles que te asistan, pedile a dios que te guíe, yo estaré ahí para asistirte, para abrazarte, ya que dando es como se recibe.
Gracias por estar.
Mi amor de dios hacia vos.
Soy Reiki
El primer Maestro del mundo entero fue Enoch, un descendiente de Adán (porque Adán fue el primer hombre), y lo llaman el primer hombre de la misma manera como podríamos decir hoy que Armstrong es el primer hombre de la Era espacial, ya que fue el primero que puso pie en la luna. Eso lo dirá la gente en el futuro: que Armstrong fue el primer hombre, porque si hubiera habitantes en la luna para ellos lo sería. Y por eso es Adán el primer hombre de la civilización con razón llamada adámica. Enoch fue un descendiente de él; vivió trescientos años; era el padre de Matusalén, quien vivió novecientos años; pero Enoch no murió; ascendió tal como lo hizo el Maestro Jesús. Eso es una prueba de un gran adelanto y de iluminación. Enoch fue, pues, el Primer Maestro de nuestra civilización y un hombre sumamente notable y grande en un mundo como aquél, en el cual no había ni correos, ni periódicos, ni radio, ni televisión, es decir, no había comunicaciones de ninguna clase. La enseñanza de ese hombre se esparció por todo el mundo de entonces, y en cada país lo llamaban según el idioma que se hablaba. En Egipto, Thot, el dios Thot; algunos lo llamaban el Escriba de los dioses; y en Grecia lo llamaban Hermes, Hermes Trimegisto, Tres Veces Grande; en Egipto a Thot lo llamaban Dos Veces Grande y en Fenicia lo llamaban Cadmus, Cinco Veces Grande; cada país se lo quería apropiar, lo quería para sí porque aquél era un hombre tan grande que sabía de todo y dejó enseñanza sobre todo; escribió en aquella época, cuando no había libros ni nada de eso, cuarenta y dos libros; pero, además, fue el autor de cuanto se puede imaginar: Cosmogonía, Cosmografía, Geometría —así llamaban entonces a la matemática—, Geografía Celeste, la Kábala y el Tarot. Todo eso lo escribió Enoch; pero él era judío y allí empezó la lucha contra los judíos. Porque todo el mundo quería apropiarse a Enoch y decían que les pertenecía. Los egipcios decían que no, que era Thot y era un dios egipcio; y los griegos decían que se llamaba Hermes Trimegisto y, por lo tanto, griego. Pero, en realidad, era judío: era Enoch, de raza judía. Eso no se lo podía perdonar nadie.
Con el pasar del tiempo lo perdonaron menos; le tenían odio, una rabia tremenda porque era un hombre muy grande. Y pensaban ellos: "¿Cómo es posible que sea de esa raza un hombre tan grande, alguien tan notable?" Eso no lo querían perdonar, pero tuvieron que "tragarlo" porque era Enoch el Grande. Caín tuvo un hijo, pero no fue quien se dice. Fue Enoch el Grande. Es bueno recordar que a partir de la sexta generación, después de Adán, se creó la Universidad de Heliópolis. Allí se educaron Moisés y el Sacerdocio egipcio; pero lo más importante residía en que allí se aprendían todas las enseñanzas de Enoch y, tiempo después, al fundarse la Secta Esenia, estas enseñanzas continuaron transmitiéndose. Por otra parte, en el siglo IV después de la venida de Jesucristo, empezaron a tratar de desligar al Maestro Jesucristo de su origen judío. Primero le decían que era galileo, después que era gentil; en fin, trataron de desligarlo de su origen judío y la enseñanza cristiana querían hacerla parecer como que no venía de Enoch por ser judío. El odio de la raza y de la persecución. La Iglesia de ese entonces hizo quemar todo, absolutamente todo, lo que contuviera las enseñanzas de Enoch, o de Hermes, Cadmus o Thot porque se sabía que eran una misma persona. Con el correr de los siglos, la persecución se hizo tan horrorosa que no se podía mencionar a Enoch. Hubo grandes controversias cada vez que se le nombraba. Una vez apareció una copia de un libro. El libro de Enoch en Abisinia, y otra copia en Etiopía. Esas copias fueron a parar a Rusia —la de Abisinia— y la de Etiopía a Inglaterra. Naturalmente, el libro se guardaba bajo siete candados y se depositaba en pozos profundos; no podían ser vistos por nadie; era cosa prohibida. La copia de Rusia desapareció, no hemos sabido nunca nada de ella; sin embargo, la copia de Inglaterra se halla en la Abadía de Westminster y aunque muy pocos podían llegar a examinarla, hubo un Obispo anglicano que sí la leyó e hizo el descubrimiento SENSACIONAL que les digo. Inmediatamente llevó a cabo la traducción que pudo porque lo que descubrió —y todos mis discípulos saben lo que digo— es el Principio del Mentalismo. De inmediato, se fundó en Inglaterra una sociedad llamada el Nuevo pensamiento; esta sociedad se esparció, inmediatamente comenzaron a difundirse las enseñanzas. Fue a los Estados Unidos (en cualquier parte donde se hablara inglés, pues la traducción fue hecha del etíope al inglés) y allí surgieron varias sectas que ustedes han oído nombrar; La ciencia cristiana, la ciencia divina, unity y otras. Todo lo que enseñan es el Principio del Mentalismo.
EL PRINCIPIO DEL MENTALISMO
Como hay tantas personas aquí reunidas que creo que jamás han oído hablar de eso, les voy a describir el Principio del Mentalismo. Para ello, les voy a dictar una serie de clichés, de manera que ustedes puedan poner en práctica de inmediato el Principio del Mentalismo; les advierto que es la forma de curar todas las enfermedades, las de ustedes y las de los demás; es la forma de resolver todos los problemas y todas las calamidades, es decir el Principio del Mentalismo es el descubrimiento SENSACIONAL porque el mundo no lo conoce y sabe muy poco de él. De manera sencilla dice que TODO, TODO LO QUE A NOSOTROS NOS OCURRE ESTÁ EN NUESTRA MENTE Y SE REFLEJA HACIA FUERA. Las enfermedades, el aspecto que tienes, si eres fea, si eres bonita, si eres gorda, si eres flaca, si eres vieja, si eres joven, la muerte, todos los problemas, todas las calamidades; en fin, todas las catástrofes del mundo se reflejan hacia afuera porque están en la mente individual como creencias, opiniones firmes, establecidas como conceptos. Todo, todo esto está en la mente de cada quien. Piensas en una cosa y ya. De inmediato quedó registrado y si no lo vuelves a pensar, se graba y llega a formarse lo que nosotros llamamos un concepto: es como el negativo de una fotografía que reproduce en el exterior el positivo de la foto, es decir, el retrato.
Ahora sí podemos borrar todo lo que hemos pensado mal; ¡sí se puede: eso es lo que nosotros enseñamos y practicamos! ¡Por supuesto que sí se puede! ¡Uno se acuerda de que lo positivo se graba bello, se graba bien, todo lo positivo se graba y funciona en el exterior como una maravilla, todo lo que te ocurre es bueno! Las cosas que te ocurren son buenas porque has pensado positivamente y todo lo negativo es lo que sale reproduciéndose en todas las enfermedades, todos los males. Para mí es muy raro oír a una persona decir: "Bueno, tú sabes . . . tú sabes cómo es la gente de este país". Ya eso es negativo; entonces, para ti la gente de este país es antipática, la encuentras francamente antipática; todo lo que te pasa no puede ser de otra manera ya que tú tienes esas creencias. Una persona me dijo el otro día:
"Me han puesto el teléfono pero no está comunicando todavía porque tú sabes cómo es la gente del teléfono" Entonces le di un regaño y le respondí: "No señor, la gente del teléfono no tiene la culpa de que estés pensando y decretando que no te lo van a poner. SI PIENSAS DE ESE MODO ELLOS TE OBEDECEN". Bien, resulta que ya saben ustedes un poco lo que es el Principio del Mentalismo, es un descubrimiento SENSACIONAL porque pensar que podemos cambiar nuestra vida y cambiar todo lo que nos sucede y transformar todo es un descubrimiento sensacional. (Yo era muy feíta y ahora me siento muy bonita).
El Principio del Mentalismo es muy conocido por otras sectas, entre ellas, por ejemplo, están los Rosacruces y los Yokes, aunque no hacen una mención amplia (apenas un párrafo que explica el Principio del Mentalismo) ni lo practican —ni lo enseñan a practicar—, no poseen una fórmula, no se ocupan de ello; saben que existe pero nada más, en tanto que nosotros nos dedicamos a eso, a transformar nuestra vida y la de los demás —porque se puede transformar la vida de los demás—. Hay varias cosas que quiero que ustedes aprendan bien. Por ejemplo: sitio para estacionar. Ustedes saben que salen de sus casas por la mañana, tienen que hacer una diligencia en el banco, en alguna tienda de la Calle Real de Sabana Grande y antes de montarse en el carro ya están pensando: "... Y la cola que me va a atajar y dónde voy a estacionar porque lo que es hoy no hay nada; eso está lleno de carros; y esa cola por Sabana Grande y yo no voy a encontrar dónde estacionar". Pues eso es negativo y, naturalmente, ustedes no encuentran dónde estacionar. ¿Cómo se hace? Sencillamente tienen que aprender a acostumbrarse (porque es un hábito que hay que formar). Ustedes salen de casa y dicen lo siguiente:
"YO QUIERO UN SITIO FRENTE AL BANCO, EN ARMONÍA PARA TODO EL MUNDO", y terminan diciendo: "GRACIAS PADRE, YA LO CONSEGUÍ". Quien no crea en Dios debe decir:
"Gracias Cosmos", gracias a lo que sea y a lo que crean:
"Gracias Amor Divino". Gracias a lo que ustedes aprecien más, digan gracias o simplemente "Gracias yo mismo". Bien, lo que ocurre es lo siguiente: como ustedes han dicho: "Armonía para todo el mundo", antes de salir ese puesto ya estaba preparado, ya la persona que está en el sitio —en uno de los tantos sitios—se está acordando de algo que tenía que hacer, en armonía, algo bueno, algo útil; una diligencia, algo que tiene que hacer y, por lo tanto, le conviene salir del sitio. Y en el momento en que llegas al lugar donde quieres colocarte, ves que el carro se va. ¡No me crean! ¡No me crean nada! ¡Pruébenlo y compruébenlo; no me crean, yo no quiero que ustedes me crean a ciegas! Pruébenlo y compruébenlo mañana por la mañana; eso sí: ustedes salen seguros de que estoy diciendo la verdad con toda fe de que son capaces. Digan: YO QUIERO, después EN ARMONÍA PARA TODO EL MUNDO, y GRACIAS.
Ustedes han visto que ya hemos nombrado las colas. Están parados en una cola. ¿Qué es lo que dice todo el mundo?; "¡Ay, Dios mío!, ¿hasta cuándo? Yo que estoy tan apurado... ¿Cuándo terminará este tráfico del demonio?" ¡Y cuántas cosas más! No sé; yo lo he oído. ¡Nada de eso! En cuanto vean que se para el tránsito digan, piensen lo siguiente: "NO SE PUEDE DETENER NUNCA LA CIRCULACIÓN DEL PLANETA NI UN MINUTO PORQUE SERÍA EL CAOS UNIVERSAL". Fíjense bien, el sol no se detiene nunca, la tierra no se detiene nunca, la circulación de la sangre no se detiene nunca, el aire que respiramos no se detiene nunca. Eso les debe dar a ustedes la norma de que no existe detención de nada; lo que sí puede existir es la detención del tráfico. Sí, porque se trata, en efecto, de cosas menores. Sin embargo, pensar que podemos estar en una cola durante veinticuatro horas, que tendremos que irnos a pie para la casa es algo que no debería ser; y no habrá de suceder si invocamos una Ley espiritual que inmediatamente domina a la Ley material. La Ley material se pliega, se adapta de inmediato; ella no tiene derecho. Esos son los descubrimientos SENSACIONALES.
Del libro 2 de Metafísica 4 en 1 de Conny Méndez, siempre recomiendo su lectura. Soy Reiki
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