Te amo negra

Hola papel, no se, sentí que debía expresarme y muchas ideas pasaron por mi cabeza.

Como sé que no podría retenerlas te busque y acá estamos vos, mi lapicera y yo.

En realidad somos más, están mi mujer, mi hija y Felicia, la protagonista de esta noche.

¿Por qué protagonista?

Porque en un segundo recordé la primera vez que la vi, en los brazos de una señora que la ofrecía a cambio de unos billetes. Me miro, la mire y ya no hubo posibilidad alguna de olvidar esa mirada, yo, en aquel entonces, era un loco empecinado en salir de la locura. Ella un alma encarnada en un bebe de perro que solo tenia 45 días.

Y si, nos enamoramos.

Corrí como un loco para asegurarme que nadie se quedara con esa mirada, con esa cara que pedía amor al mismo tiempo que lo ofrecía y por millones. Y así fue, esa tarde éramos dos y volvimos tres. Desde ahí, todo fue crecimiento. Nos acompaño en cada etapa sabiendo que era lo que pasaba, sabiendo que sucedía en nuestras vidas en cada instante, sintiendo antes que nosotros. Nos miraba como silente testigo de todo, ofreciendo junto con su comprensión, su amor.

Hoy, casi 8 años después de nuestro encuentro supe fehacientemente que esta embarazada, digo fehacientemente porque yo ya sabia que estaba embarazada, me lo había dicho con sus ojos y lo ratifique cuando puse mi mano en su vientre.

Tengo la cabeza llena de imágenes suyas, el alma llena de amor de saber que en poco tiempo al menos 8 perritos saldrán de su vientre e iluminarán las vidas de 8 familias como iluminó la nuestra.

Yo encuentro mi modo de expresarme acá, con vos papel, puedo canalizar mis emociones en las impresiones que quedan grabadas al salir de la lapicera cuando escribo. Mi mujer esta nerviosa, mi hija tiene sueño, Felicia hambre, esta tirada acá, a nuestro lado relamiéndose pidiendo más comida, se lame las patas como acariciándose a si misma, como besando a los hijos que lleva dentro suyo.

Tengo ganas de abrazarla, de dormir a su lado, de apoyar mi cabeza en su cuerpo y escuchar el latido de los corazones que laten dentro de su ser, que laten dentro nuestro.

Estoy feliz.

Estoy viviendo este momento que tantas veces quise saber como sería.

Estoy respirando el ahora, mientras la veo, mientras la siento, mientras espero que sea el momento de verla parir.

Ahora la acaricio, la miro, la abrazo.

Trato de satisfacer sus antojos.

Trato de no dejar de vivir un solo instante de este maravilloso presente que Dios nos regala.

De ser testigos de la vida de su vida como parte de la nuestra, de ser los elegidos de tenerla en custodia.

Hoy ella es el motivo de la celebración de la vida, ella y la vida que lleva dentro de su cuerpo, bendigo su ser, bendigo a sus crías.

Bendigo su vida, que desde su llegada bendijo la mía.

Te amo negra.


Ale