Cuando volvi mi vista del omnibus note que habia un bar en la vereda de enfrente, me sente en ese bar, pedi una gaseosa y mientras la bebia me puse a pensar en lo sucedido, al principio juzgando a esa persona hasta que me di cuenta cuantas cosas en comun teniamos, me di cuenta que compre caramelos pero no los comi, se los regale, por lo tanto pense ¿sera que puedo darle dulzura a otros pero no a mi mismo?, me di cuenta que yo tampoco me quede jugando en la plaza y nuevamente me cayo una ficha, ¿sera que yo tambien perdi mi capacidad de divertirme?, recorde su mochila y su maletin y me dije, ¿que cosas cargo yo o con que personas cargo? Y una catarata de imágenes se cruzaron por mi cabeza, lo recorde mirando la parejita frente al albergue y pense ¿y como soy yo con mi pareja? ¿le demuestro mi amor todos los dias?, ¿siento amor por las personas que alguna vez ame? Me acorde de mis ultimas novias y busque sus telefonos en mi celular, pero me di cuenta que los numeros ya no estaban, cai en la cuenta que ya habian pasado varios años y no sabia que era de sus vidas, pero ¿como puede ser? Si nos amabamos? Si nos juramos amor eterno? ¿Como es que ya ni se donde encontrarlas? Pense.
Termine de tomar mi refresco, deje junto con el importe de la consumision unas monedas de propina y comence a caminar, prometiendome nunca mas jurar amor eterno, ya que cuando lo hice no lo cumpli, me prometí ser mas dulce y permitirme la dulzura, volver a jugar como cuando era un niño, recordarles a diario a las personas que amo que las amo y tambien amarme mas a mi mismo.
Note que desde hace un tiempo observaba con mayor detenimiento a las personas, que podia ver en sus rostros necesidades y carencias que antes no veia, recorde que en algunas oportunidades habia estado conversando con alguien que parecia estar necesitando un abrazo y no me anime a darselo, recorde una persona que habia sufrido una perdida y que no me anime a hablarle de metafisica, de esa chica que se torcio el tobillo en la calle y que solo pude pasarle reiki a distancia ya que mi rigidez no permitio que el sanador que habita en mi hiciera algo por ella.
Recorde que soy y somos faros del mundo, que tenemos la capacidad de irradiar luz, que tenemos la capacidad de darle un abrazo a quien lo merece o facilitarle una herramienta a quien la necesita, pero claro, para eso debemos animarnos a hacerlo, debemos sentirnos en la mision, debemos recordar que somos hijos de dios y que nuestra mision ya comenzo, que es ahora, en donde estamos, que enviamos luz desde un correo electronico, desde una sonrisa, desde un saludo, desde un llamado telefonico. Recordé que un regalo es un presente y que el presente es hoy. Supe que posiblemente cuando vuelva a pensar en esto a lo mejor estaré muriendo, si eso sucede espero sentir que cumpli con mi mision y no que desperdicie mi vida.
Esa persona que vi eras vos, esa persona que vi era yo, el que relata esta historia eras vos, el que relato esta historia era yo. No importa quienes eran los personajes, tampoco sus sexos edades y preferencias. Esta mirada puede ser mia, puede ser tuya o puede ser de dios. No importa de quien sea. Solo recorda quien sos, solo observa quien sos, solo cumpli tu mision, solo ayuda al projimo, solo liberate del stress, solo se feliz. Solo da y date amor.
Gracias por estar.
SOY REIKI
“Pide ayuda. Dile a la vida lo que quieres y deja que suceda”.
Louise Hay
Se hace tarde, ¿cuándo terminarán de preparar el veneno?
Sócrates estaba a punto de morir. Se aproximaban los últimos momentos: ya estaban preparando el veneno para matarlo. Él preguntaba una y otra vez:-Se hace tarde, ¿cuándo terminarán de preparar el veneno?Sus amigos lloraban y le decían:-¿Estás loco? Queremos que vivas un poco más. Hemos sobornado al que ha de preparar el veneno: lo hemos persuadido para que trabaje despacio.Sócrates salió y dijo al que preparaba el veneno:-Estás tardando demasiado. Parece que no sabes hacerlo. ¿Eres nuevo en el oficio? ¿Nunca habías preparado veneno? ¿Nunca habías administrado veneno a un condenado?-Llevo administrando veneno toda mi vida –dijo el hombre-, pero nunca había visto a un loco como tú. ¿Por qué tienes tanta prisa? Lo estoy preparando despacio para que puedas respirar un poco más, para que vivas un poco más, para que conserves la vida un poco más. Y tú no dejas de decir locuras, de decir que se hace tarde. ¿Por qué tienes tanta prisa por morir?Tengo mucha prisa porque quiero ver la muerte –dijo Sócrates- Quiero ver cómo es la muerte. Y también quiero ver, aun cuando se haya producido la muerte, si yo sobrevivo o no. Si no sobrevivo, se acabó toda la cuestión; y si sobrevivo, entonces se acabó la muerte. En realidad, quiero ver quién morirá con la muerte: ¿morirá la muerte, o moriré yo? Quiero ver si sobrevivirá la muerte o si seré yo el que sobreviva. Pero ¿cómo podré ver esto si no es estando vivo?Entregaron a Sócrates el veneno. Sus amigos empezaron a llorar por él: no estaban en su sano juicio. Y ¿qué hacía Sócrates? Les decía:-El veneno me ha llegado a las rodillas. Tengo las piernas completamente muertas hasta las rodillas: si me las cortasen, no me enteraría. Pero, amigos míos, os diré que aunque tengo muertas las piernas sigo vivo. Esto significa que una cosa es segura: yo no era mis piernas. Sigo aquí; estoy aquí completamente. Nada en mí se ha disuelto todavía. Ahora he perdido las dos piernas –siguió diciendo Sócrates-; todo ha terminado hasta mis pantorrillas. Si me cortaseis las piernas por las pantorrillas no sentiría nada. ¡Pero yo sigo aquí! ¡Y aquí están mis amigos, que siguen llorando!-No lloréis –dice Sócrates- ¡Mirad! He aquí una oportunidad para vosotros: un hombre se está muriendo y os está informando de que sigue vivo. Podéis cortarme las piernas enteras, y ni siquiera así estaré muerto; aun así seguiré aquí. También se me están insensibilizando las manos; mis manos también morirán. ¡Ah! ¡Cuantas veces me he identificado con estas manos, con estas mismas manos que ahora me están dejando! Pero yo sigo aquí.Y Sócrates sigue hablando así mientras muere.-Lentamente, todo se pacifica –dice-; todo se hunde, pero yo sigo intacto. Dentro de un rato quizás no sea capaz de seguir informándoos, pero no creáis por eso que ya no estoy. Pues si yo estoy aquí después de perder tanto de mi cuerpo, ¿cómo podría llegarme el fin por perder un poco más del cuerpo? Quizás no sea capaz de informaros (pues eso sólo es posible a través del cuerpo), pero yo permaneceré.En el último momento, dice:-Ahora, quizás os digo lo último: me falla la lengua. No podré deciros una sola palabra más, pero todavía os digo que existo.Hasta el último momento de la muerte siguió diciendo: “Sigo vivo”.
Osho
La clase de felicidad que necesito es menos hacer lo que quiero que no hacer lo que no quiero.
Jean Jacques Rousseau
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