¿Me doy el espacio que me merezco?
¿Cuándo dedico tiempo para mi, lo hago con la intensidad que me
merezco?
No te lo pregunto a vos, me lo pregunto a mi mismo, pero si las
preguntas te resuenan, busca tus respuestas.
Soy consciente de atender más las necesidades de otros que las
mías, soy consciente de resignar mis espacios por los demás, y también que
cuando finalmente me tomo el tiempo que necesito, no lo hago con la profundidad
que mi alma requiere, con la intensidad que mi espíritu pone en todo lo que
hago.
Vivimos acelerados, contaminados por cuestiones que suceden fuera
de nosotros y eso nos corre de nuestro eje, sin dejarnos enfocarnos en
nosotros.
Somos lo que consumimos.
Somos lo que pensamos.
Somos lo que hacemos con lo que nos pasa.
Hoy soy consciente de esa carencia autoinfligida, de esta deuda
conmigo mismo, de olvidarme de vivir por correr por la vida sin freno.
Hoy quito el velo que me impide ver mi verdadera esencia.
Vuelvo a mi.
Estoy en paz.
Ale Flores
8 de Septiembre de 2018
La Merecida
Silla Azul
Espacio Sagrado
Altar de Fuego
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