Llegan las vacaciones y es como
si tuviera la obligación de viajar a algún lado, como si no hacerlo fuera
desperdiciar el tiempo, o no aprovechar la oportunidad, sin embargo yo soy
feliz acá, donde estoy, disfrutando la compañía de mi familia.
Disfruto de estar acá, bajo el
hermoso alcanfor que sostiene la hamaca en la que escribo a pesar que los 40
grados de calor hagan que mi traspiración humedezca las hojas de la libreta
donde escribo.
Disfruto de escuchar los pájaros
cantar sobre la música que escucho.
Disfruto del brillo de los rayos
del sol, de no tener que hacer nada más que nada.
Disfruto de caminar por el
pasto, ver las plantas y agradecer sus cambios, sus florecimientos, dormir
siestas, encender un fuego y cocinar en el horno de barro, o en la parrilla.
Bañarme en la pileta, o en el
estanque con los peces.
No necesito mas nada para ser
feliz, aunque siempre es bueno conocer lugares nuevos.
Me siento muy cómodo aquí, en mi
casa, en mi naturaleza.
Ale Flores
31 de Diciembre de 2016
La Merecida
Silla Azul
Espacio Sagrado
Altar de Fuego
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