Desde que tengo uso de razón camino el centro de Buenos Aires, primero de la mano de mi madre que me llevaba a ver a Papa Noel a las galerías Harrods, Gat y Chavez, después mi abuelo Severo que me llevaba por los sótanos de la ciudad a cortarme el pelo y más tarde yo, que decidía recorrer mi cuidad con ojos de turista. Todo fue hermoso, pero nada se compara con llevarte a vos a descubrir la ciudad que es mi ciudad, la que habita en mi ADN y no puedo cambiar por más que me radique a kilómetros de distancia, que me es propia y ajena, pero con vos me siento el dueño y quiero dejarte en herencia mi ciudad, las luces de mi ciudad y sus sombras para que un día vos camines sus calles con mis nietos y les muestres los lugares que yo conocí de la mano de mi mamá y de mi abuelo, cómo también los que descubrí solo, los que vos vas a descubrir y los que ellos serán dueños, sabiendo que en su sangre aún estoy yo caminando esas calles en sus cuerpos, en nuestra alma.
Yo estaré en los vermicelli de Pippo, en las visitas al Teatro Colón, en los paseos por las Galerías Pacifico, en la calle Florida, en Lavalle, en el Claridge Hotel, y donde cualquier descendencia respire Buenos Aires, ahí estaré yo escribiendo que te amo y mi paso por la tierra cobra sentido en tus pies.
Ale Flores
27 de julio de 2024
La Merecida
Living
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