Acomodo mis cosas y preparo la casa para recibirla.
Voy a mi espacio de meditación y enciendo mis sahumerios y una vela, celeste, quiero paz y comunicación. Medito.
Empiezo a observar como los pájaros también se preparan, los perros se acercan a la casa, me miran observando mis acciones y esperan.
Respiro profundo, cierro mis ojos, medito. Freno mi mente y abro mi corazón, abro mis chakras y siento el viento que anuncia la llegada, las ramas de los árboles se mueven saludando, bailan, celebran la llegada de este momento y comprendo que este es mi sitio para contemplar, para recibir la bendición que esta por llegar.
Comienza a llover, solo 2 loros surcan el cielo, buscan apresurados el nido. Las perras buscan protegerse de la tormenta y van a su refugio, me observan pero ya comprendieron, hoy estoy conectado con el universo y el universo me va a limpiar.
Como siempre sucede, mi espacio de meditación permanece seco a pesar de la lluvia. Lo se, hoy no será así, la tormenta será fuerte, lo anuncia el viento, los truenos que hacen vibrar todo. Levanto la vista en el instante justo en el que un rayo atraviesa el cielo, confirmándome la conexión con el universo, vuelvo a cerrar los ojos y respiro, ya el aire es mas fresco, comienzo a sentir las primeras gotas sobre mi.
Mi ego intenta sacarme, llevarme a bajo techo, pero mi ser se impone, debo estar aquí, deseo estar aquí.
La vela refleja lo que me sucede, su luz resiste bajo las gotas intentan vencerla, pero resiste. Protejo mis libros y el universo establece “sostené la paz hasta que se apague la vela”, asiento con mi cabeza, como un reflejo de lo que pasa por mi mente.
Me acomodo y respiro, profundamente respiro mientras observo la tormenta, es intensa y persistente, prolija.
Mi cuerpo se va mojando, disfruto de este momento, de esta posibilidad, me siento participe de la tormenta, no solo un espectador.
Veo los árboles bañarse, bailan suavemente un vals con el todo.
Un último pájaro cruza, parece hacer estado jugando al mismo juego que yo y anuncia la llegada del final, miro la vela y una certera gota extingue el fuego, los sahumerios siguen encendidos, tomo aire, miro al cielo y doy gracias.
Con una reverencia al universo me voy, recojo mis cosas y emprendo el regreso. Camino sintiendo el agua en todo mi cuerpo, hundo los pies en los charcos y siento la frescura del agua.
Entro a mi casa, tomo asiento frente a un ventanal que da al jardín y comienzo a escribir, no quiero perder detalles de este momento que vivo.
Intento plasmarlo como Dios lo creo. No se si abre logrado mi propósito, pero si que ya no quiero seguir escribiendo, quiero concentrar mi mirada en su creación, en su perfección.
En la naturaleza recibiendo la lluvia.
A-Dios, disfrutare de este momento, deseo que ustedes hagan lo mismo y disfruten el día que Dios les preparó.
Gracias por estar.
Mi amor de Dios hacia Vos.
Soy Reiki
Yo Soy
2 comentarios:
siempre me llegan tus notas, son hermosas, pero ahora al leer "disfruten el dia que Dios les preparó" senti la necesidad de escribirte que sencillamente... estuve ahi mientras lo leía, y tambien disfrute de esa tormenta mediante tus palabras... gracias por compartir tanta energia positiva siempre.
Saludos
Iris
es increíble, lo que lográs transmitir.... como te dijo Iris...estuve ahí... y tb disfrute de esa tormenta... y tb sentí la necesidad de escribirte y que sepas que es impresionante lo lindo que relatas...
saludos de Marillina - Uruguay
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