Sos fuerte, muy fuerte, toda la vida te enfrentaste a todo y con valentía e inteligencia supiste sobrellevar cada instancia, cada golpe de la vida te fortaleció.
Ahora te enfrentas a un nuevo desafío, tu mente es clara y recibe las recomendaciones de los profesionales más destacados. Confías en el proceso, sabes que Dios jamás se olvidó de vos y que esta vez tampoco lo hará.
Tu familia entera está unida, tus seres queridos te acompañan, tus amigos sostienen tus manos mientras das este paso, un paso más en tu vida, trascendental como otros, un escalón más en tu evolución.
En estas palabras pongo paz, decreto sanación, le pido a tu sistema inmunológico que funcione a la perfección para restablecer el normal funcionamiento de tu cuerpo.
Respira, oxigena tus células, y exhala sintiendo que con el aire que sale de tu cuerpo se retira toda energía mal calificada, toda vibración desequilibrante. Hacelo a diario, varias veces al día, lleva oxígeno a cada parte de tu cuerpo, pero sobre todo a esos lugares donde la sanación debe actuar ya.
Consumí alimentos que contribuyan a tu sanación. Descansa tu cuerpo todo lo que necesite.
Medita.
Reza.
Agradece.
Volve a tu ser.
Estas en un proceso de sanación, yo te acompaño. Yo te asisto.
Dios esta con vos.
Ale Flores
14 de septiembre de 2025
La Merecida
Espacio Sagrado
Altar de Fuego
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