Tantas emociones juntas, tantas imágenes recorriendo mi cabeza mientras te veía caminar rumbo a nosotros sabiendo que habías aprobado tu último final y que a partir de ese momento eras la licenciada Julieta Flores, mi hija.
Te vi bebé sobre la cama en la que te llenaba de besos, te vi entrando al jardín. Recordé tus temores y las inseguridades que fuiste superando, te fuiste demostrando que podías, y claro que podes, siempre lo supe, pero todos tenemos que transitar nuestro camino para tomar confianza y afianzarnos.
Nos abrazamos, lloré de emoción, te abracé fuerte, no te quería soltar, en ese abrazo estaban tantas horas de intenso estudio, estaba la angustia que atravesamos juntos cuando vos terminabas la secundaria y yo me quedaba sin trabajo.
Estaba tu esfuerzo por no defraudar el mío que puse a tu servicio para que nunca te faltara nada y que tu mente solo tuviera un objetivo, recibirte.
Hoy entraste a la USAL siendo alumna y saliste siendo Psicopedagoga. Este es el primer día del resto de tu vida, ya cumpliste un objetivo muy grande, y con el tuyo cumpliste el mío, el de procurarte una buena educación y acompañarte en la formación de lo que elegiste ser, el de brindarte el mejor contexto posible para que puedas estudiar lo que vos quisieras.
Estoy muy orgulloso de ser tu papá, y ese orgullo no es de hoy, es de siempre, hoy te lo digo con más felicidad que otras veces, hoy te lo digo con el corazón lleno de emociones.
Hoy me regalaste uno de los días más maravillosos que viví en mi vida.
Me quedan muchas cosas por expresar, sentimientos que navegan adentro de mis células y se irán acomodando, tal vez algún día sean palabras, mientras tanto sé que los podes ver en mis ojos y sentir en nuestros abrazos.
Felicitaciones licenciada, todo tuyo este mérito.
Te amo con todo mi corazón.
Ale Flores
9 de diciembre de 2024
