Desbastado

¿Por qué Dios me pones en tu lugar, si sabes que no estoy a tu altura?. ¿Por qué tengo que ser yo quien decida en qué momento Kika debe dejar de sufrir, si ni siquiera puedo sentir la profundidad de su sufrimiento?. La veo comer con tantas ganas, intentar sostenerse en pie con tanta determinación que no puedo aceptar que su vida tenga que apagarse porque parte de su cuerpo ya no responde a sus intenciones.

Es doloroso, muy doloroso, no creo que sea apego lo que me pasa, creo que esto es de lo más difícil que me tocó vivir, ya lo transité con Felicia y me prometí no esperar tanto cuando les llegara el momento a Kika o a Conny, sus hijas, y aquí estoy, viendo que Kika, que ya no es la que era, aunque sus ojitos son los mismos, su mirada no, y su cuerpo tampoco. Su irrefrenable energía se extingue día a día.

No quiero que sufra, no lo voy a permitir, pero te pido Dios que no me pongas en tu lugar, no me hagas tomar decisiones sobre su vida ya que no fui yo quien se la dí, fui solo alguien que tiene el privilegio de compartir parte del camino con su presencia, alguien que con tu gracia le pudo dar la vida que se merece, y que prepara el terreno para darle el lugar que su alma merece para que su cuerpo descanse por siempre en paz.

Ale Flores

25 de julio de 2024

Desbastado.

Mi paso por la tierra cobra sentido en tus pies

Desde que tengo uso de razón camino el centro de Buenos Aires, primero de la mano de mi madre que me llevaba a ver a Papa Noel a las galerías Harrods, Gat y Chavez, después mi abuelo Severo que me llevaba por los sótanos de la ciudad a cortarme el pelo y más tarde yo, que decidía recorrer mi cuidad con ojos de turista. Todo fue hermoso, pero nada se compara con llevarte a vos a descubrir la ciudad que es mi ciudad, la que habita en mi ADN y no puedo cambiar por más que me radique a kilómetros de distancia, que me es propia y ajena, pero con vos me siento el dueño y quiero dejarte en herencia mi ciudad, las luces de mi ciudad y sus sombras para que un día vos camines sus calles con mis nietos y les muestres los lugares que yo conocí de la mano de mi mamá y de mi abuelo, cómo también los que descubrí solo, los que vos vas a descubrir y los que ellos serán dueños, sabiendo que en su sangre aún estoy yo caminando esas calles en sus cuerpos, en nuestra alma.

Yo estaré en los vermicelli de Pippo, en las visitas al Teatro Colón, en los paseos por las Galerías Pacifico, en la calle Florida, en Lavalle, en el Claridge Hotel, y donde cualquier descendencia respire Buenos Aires, ahí estaré yo escribiendo que te amo y mi paso por la tierra cobra sentido en tus pies.

Ale Flores

27 de julio de 2024

La Merecida

Living

Para Kika, mi amada hija perruna

Kika esta flaquita, no recupera peso aunque se alimenta con ganas, gracias a Dios aún se alimenta con ganas. Duerme mucho, busca el sol donde sus costillas parecen dunas en su cuerpo color arena que paulatinamente hace notar el paso de los años, de estos 15 años de dulce rebeldía, de irrefrenable amor.

Sus ojos siguen mostrando la belleza de su alma, pero también expresan una lenta despedida y una suerte de pedido de disculpas por las atenciones que necesita, nosotros la atendemos con todo el amor que se merece, nada le falta, nada le faltará, hacemos todo lo posible para que su paso por la tierra sea el que corresponde para un ser que siempre nos dio amor.

Esta parte del trayecto es durísima, ya la transitamos con su madre, Felicia, sabemos de qué se trata y sabemos que nos esperan momentos difíciles, pero hay que transitarlos, esos momentos también son parte de su vida, de nuestra vida y si la asistimos al llegar al mundo y decidimos que sea una integrante más de la familia, fue porque sabíamos que nos haríamos cargo de lo que corresponde y hoy es esto.

Ella pasa todo el día al sol, camina errante, duerme mucho, yo la observo desde mi ventana mientras trabajo y cada vez que puedo la acompaño, sé que no le queda mucho, y sé que mi compromiso con ella no se termina cuando deje su cuerpo, como se también que cuando deje su cuerpo su luz permanecerá en nosotros por siempre.

Para Kika, mi amada hija perruna a la que la vida en la tierra ya le empieza a pesar.

Ale Flores

16 de julio de 2024

La Merecida

En mi oficina