¿Cómo retirar de mi estas
energías impuras con las que me fui cargando?
No hice nada malo, solo vivir la
vida, y conectarme con las energías que ella me trajo, las de arriba, las de
abajo se han ido grabando en mi cuerpo y necesito retirarlas.
Les pido perdón a las energías
con las que espejé las mías, las que atraje como un imán, y las que se vieron
atraídas por mi.
Por suerte yo libero
escribiendo, y en estas letras dejo salir lo que debe salir.
Estoy escribiendo para esto,
para ser y sacar, para exhalar de mi cuerpo esas energías que solo hacen mal.
Divinidad limpia en mi lo que
está contribuyendo con mi escases.
Lo siento, perdóname, gracias,
te amo.
Pido perdón por todos mis
pensamientos destructivos, por mis actos egoícos, por donde me falto luz.
Sé que nada hice buscando el
sufrimiento ajeno, no busque herir a nadie, ni siquiera a mi.
Distiendo mi cuerpo, respiro
profundo, escucho el silencio.
A veces me conecto con mis
miedos, se encienden las alarmas en cosas que me pueden quitar la paz, tengo la
paz como principal objetivo de mi vida, he decido no hace nada que me retire de
su lugar, pero la vida cotidiana muchas veces moviliza mi mente, me corre de mi
eje, y me puedo equivocar.
Esos miedos sirven para saber
donde creo que me estoy equivocando, detrás de que esfinge se esconde el error.
Sin embargo entiendo que la vida
es una sucesión de miedos.
Lo que hoy conocemos en
occidente como medicinas alternativas, en algún momento fueron tradicionales.
Cuando no existían los
laboratorios, las universidades y el curandero de la tribu era quien con
aplicaba y trasmitía los conocimientos ancestrales sobre el poder sanador de
los elementos de la creación, esa era la medicina tradicional para ellos, los
habitantes de las tierras que hoy pisamos.
Lo que hoy es tradicional,
alguna vez fue alternativo, o tal vez lo que conocemos como tradicional sea en
realidad una alternativa a lo que proviene del origen.
Pensaba esto, y pensé en los
escritores, en los modos primitivos de escritura, en los jeroglíficos, en las
pinturas rupestres. Tal vez en otras vidas yo escribía en el interior de las
cuevas con sangre o tintas. Tal vez tallaba piedras o escribía sobre hojas de
plantas dejando ahí plasmados mis pensamientos para que otros los puedan
encontrar.
Hoy mi método se modernizó, pero
no es tan distinto, uso una libreta, computadora e internet, para dejar aquí
mis pensamientos para quien las pueda encontrar, para quien los quiera buscar.
Quizás este sea mi modo
tradicional de comunicarme por medio de la escritura, y publicar un libro en
papel sea uno alternativo.
Mas allá de esto, creo que solo
hay un camino para quien no conoce otros, una sola verdad para quien no se
permite cuestionar, una sola realidad para quien no se atreve a observar.
Parece que Kika tiene artrosis,
dicen que puede ser eso, que tampoco ayuda la humedad, ya hace más de 20 días
que llueve intermitentemente, y a la calle la ganó la humedad.
Habrá que ver como sigue cuando
el tiempo cambie.
Cuando la medicación que le
dieron haga efecto se supone que volverá a pisar con la misma firmeza con cada
una de sus piernas, se la ve animada cuando quiere jugar, estuvo muy mimada
todos estos días, tal vez buscaba eso, ser mimada, nada más.
Todos buscamos amor en todo lo
que hacemos, incluso más aún cuando recurrimos a la enfermedad.
La enfermedad es un camino que
todos transitamos.
Todos buscamos amor, a veces por
medio de la enfermedad.
Hay que saber escuchar al
cuerpo, cuando el cuerpo pide algo es porque lo necesita, cuando la boca se
seca quiere agua, cuando el cuerpo pide descanso, es simple…, pero lo
complicamos.
No escuchar al cuerpo tiene
consecuencias, siempre las tiene, algunas veces menos notorias que otras, menos
evidentes, pero van marcando el camino para las más pesadas.
Reconozco que me cuesta saber
parar a tiempo, reconocer lo que el cuerpo me dice y saber escuchar, saber
actuar. Pago las consecuencias, las he pagado con hernias de disco, fracturas,
hasta operaciones. El camino me llevo a comprender el camino, a entender que el
cuerpo avisa, que lo debo escuchar.
Me enseño a conocer la
diferencia entre estar cansado y no poder, porque siempre creí que tenía el
poder sobre el cuerpo, hasta que él se impuso y recostado termine.
Comparto estas palabras a modo
de liberación, para liberarlas a ellas, y para liberarme de ellas. Para aceptar
que debo dar el siguiente paso, que caer no es el fracaso, el fracaso es no
volverme a levantar. No hacer el intento de ponerme de pie, y fracaso es
también no darme cuenta cuando no es momento de seguir forzando el cuerpo y
dejarlo descansar.
Hay días en los que hay que
parar, porque el cuerpo pide descanso.
Hace 1 año, exactamente 1 año
en las radios comenzaban a leer un texto mío por noche.
Esto se dio gracias a la
colaboración de unos compañeros de camino que creen en lo que hago y
entendieron que mi misión merece ser apoyada.
Ese 15 de Abril de 2015, por
primera vez escuche algo escrito por mi en un medio masivo de comunicación,
siendo además un orgullo saber que ambas emisoras Radio 10, AM 710 y Pop Radio
FM 101.5 son líderes en audiencia dentro de mi país, Argentina.
Hoy quiero compartir con
ustedes ese texto que abrió este ciclo, el cual lleva leídos más de 270 que
llegaron a personas que tal vez, sin esta colaboración jamás hubiesen sabido de
mí.
Quiero también dar gracias a
todos lo que hacen e hicieron posible que esto suceda: Maria Nolte, Martin
Rubio, Mariela Farjat, Hector Rossi, Mario Mundo, Veronica Carelli, Veronica
Merigo, Gustavo Romero, Gabriel Sanfilippo, y todos los operadores que pusieron
al aire mis palabras en la voz de los locutores que las leyeron, que las
interpretaron.
Sepan que en cada uno de ellos
vibra algo de mi alma, y que en mi alma, llevo las vibraciones de ellos.
Sé que por el mundo anda alguien
esperando una respuesta, alguien que se cansó de buscar en su mente una salida,
una solución.
Alguien que ya pidió perdón,
pero aun siente culpa. Alguien que se encuentra atravesando una situación.
Tal vez esa persona jamás haya
leído lo que escribo, quizás alguien le hablo de mi, o me encontró por
casualidad.
Podes incluso ser vos, que a
diario lees lo que publico.
Seas quien seas no juzgues quien
soy, presta atención a lo que digo, lo que digo lo digo porque lo vivo, lo
viví, lo transité.
Yo también me sentí así,
atrapado y sin salida, pensando hasta en la huida que nada soluciona, que deja
en otras personas dolor y angustia de por vida.
La salida la encontré tras ver
que no había salida, que no había opresión, culpa, o problema. Que el encierro
era en mi mente, y que tranquila-mente, podía salir a la calle, caminar, mirar
el cielo, y respirar vida.
Me di cuenta que mis problemas
eran nada en la inmensidad del universo, y es así que los pienso, cuando
aparecen en mi vida.
Hay un Dios, una energía, que
mantiene viva la vida, esa energía esta en vos, está en mi, en todo hay vida.
Y si soy vida no soy muerte,
entonces la muerte no existe, seguiré siendo vida, más allá de cualquier
situación, de cualquier pensamiento, de cualquier circunstancia. Soy vida, y
sos vida.
Sentí la vida en tu cuerpo, pone
tus manos sobre tu corazón y sentí el latido, detenete un instante para
hacerlo, que tus manos sientan el latido, y que tu pecho sienta el calor de
ellas, quedate en esa unión única, personal, quedate sin pensar, solo
sintiendo.
Ese motor que esta latiendo y
sostiene tu cuerpo en pie, se alimenta con la FE, y es Dios su energía, sentí
así la compañía, es el Cristo que habita en vos, con Cristo en tu corazón no
hay derrotas, ni fracasos, ningún pensamiento es escaso cuando se piensa en
Dios.
Abandona los falsos dioses, como
la aceptación, o el dinero, pone siempre a Dios primero, y seguí a tu corazón.
La brújula es el amor, el que
nace dentro nuestro, que sea Dios el maestro que guíe nuestros pasos, que hable
cuando hablemos, que mire en nuestra mirada, no encuentra puertas cerradas
quien toca con la mano de Dios.
Y lo que te digo a vos, a mi
también me lo estoy diciendo. Al escribir voy aprendiendo, hago camino al
andar.
La vida es disfrutar, cada cosa
en su momento.
Pone en Dios tus pensamientos, y
el mundo será tu hogar.
Toda mi ropa, el sillón en el
que estoy sentado, y parte del piso están cubiertos de pelos amarillos, pelos
rubios de Kika, mi perra que desde ayer amaneció renga.
No sabemos qué le pasa, qué le
paso, la revisó la veterinaria y no encontró nada, le dio un analgésico
pensando que podía ser algo muscular, pero sigue igual, no pisa con una pata.
La revise, le pase Reiki, y se
recostó sobre mi, ahora se fue a dormir, la observo descansar.
Quisiera que pudiera hablar y
contarme que le pasa, que me hable de sus sentimientos reconociéndome su papá.
Me gustaría poder ayudarla a
superar sus problemas, sus contracturas, sus miedos. Para que vuelva al juego,
y por el parque verla correr.
Es un hermosos ser, un ángel que
la vida me ha dado, yo la cuido de día, ella mis noches guarda.
Es un ángel que me aguarda, un
ángel de la guarda.
No sé si tengo estilo, o cual es
el mío. Yo solo sé que necesito expresar, y escribiendo es mi modo, mi camino.
Tal vez a alguien pueda ayudar
algo que digo, quizás para otros sea nada, que ni tenga sentido. No lo hago por
los otros, lo hago por mi, por mi necesidad de escribir, de liberar, lo que de
otro modo quedaría escondido.
Todo se pudre, todo se degrada,
hasta los pensamientos, las emociones, los sentimientos.
Liberando es que cada cosa sigue
su rumbo, alcanza su transmutación, y cumple sus ciclos, por eso no quiero
guardar, por eso, yo sigo escribiendo.
Permitamos la expresión, seamos
tolerantes ante la opinión de los demás, ante la necesitad de expresar sus
broncas, sus preocupaciones, sus inseguridades.
Hay gente que necesita hablar, y
la represión jamás es el camino.
Hay que dejar expresar, liberar,
sacar de preso todo lo que hace mal.
Escuchar no implica estar de
acuerdo, no hace falta herir a quien no piensa igual.
Con la opinión contraria también
crecemos, ella es un espejo donde nos podemos mirar.
Alcanzaremos juntos el mismo
destino, aunque sean distintos caminos, todos buscamos la paz. A veces la
encontramos en el silencio, otras veces necesitamos expresar.
Si no queremos que nos juzguen,
no juzguemos a los demás.
Agregar valor a algo es tomar lo
que existe y mejorarlo, o conservarlo de la mejor manera para que llegue en
buenas condiciones al usuario, al consumidor.
Yo te propongo que hagas ese
acto en tu vida, que le agregues valor a lo que recibís.
Si tenes un mal día, podes hacer
uno bueno.
Si tenes un problema, busca una
solución, para que el problemas sea además una experiencia que te permita
superar otros, y ser una ayuda para quienes atraviesan la misma situación.
Te propongo que no reacciones
violentamente a un estimulo agresivo, que ofrezcas lo bueno que habita en tu
corazón.
Te pido que cuides cada elemento
que te da la vida, para que cuando lo vendas, cuando lo entregues haya
incrementado su valor.
Que hagas de tu basura abono,
que no dejes en el mundo contaminación.
Que empieces por agregarle valor
a tus pensamientos, ya que de ellos nace tu acción.
Este es el valor agregado que le
imprimo a esta hoja, a esta libreta, en cada palabra dejo mi misión.
Hoy llueve, pero tal vez cuando
este texto llegue a vos no esté lloviendo. De ser así, te pido que guardes
estas palabras para un día de lluvia, y que cuando llegue la observes.
Te pido que veas esa lluvia como
una bendición, que en cada gota que veas llegar tus sueños, tus anhelos, tus
deseos.
Te pido que contemples la lluvia
sin pensar en nada más que lo queres para tu vida, y que el agua riegue tu
camino para alcanzar tu destino.
Te pido también que recibas esa
lluvia como una limpieza de la creación, una limpieza que retire de tu vida
todo lo que te impide alcanzar tu misión, que se lleve las angustias, los
miedos, las desesperaciones que quitan paz en tu mente, y amor en tu corazón.
Te pido que lo hagas por vos, y
también por el mundo, proyectando tus deseos para toda la humanidad.
Somos la gran hermandad que
habita el planeta tierra, si sacamos de nuestras mentes las guerras, podremos
vivir en paz.
¿Cómo sería ser parte del fuego,
del aire, del agua o de la tierra?
¿Te imaginas formando parte del
aire?
Entra en el aire, no te pido que
respires y que hagas que el aire entre en vos, te invito a entrar en el aire,
que respires sintiendo que sos vos quien entra en el aire.
Respira sintiendo que entras en
la luz, que sos parte de la luz. Abandona tu cuerpo, tu personalidad, y entra
en la luz.
Imaginate siendo la luz de una
vela, o de un faro. Imaginate bailando como un fuego que se eleva al cielo.
Visualizate formando parte del
agua, fluyendo por ríos, por mares. Formando olas, bañando costas, o en las
profundidades del océano.
Imaginate siendo tierra donde
crecen campos, dando forma a montañas, o siendo parte de un árbol.
Estas son las energías puras de
las que estamos hechos, volver a ellas es regresar al origen, a la madre, al
padre.
Volver a ellas es reiniciar el
sistema, formatear el disco, volver al origen.
De ellas venimos, de ellas
estamos hechos y en ellas nos convertimos.
En su pureza habita la nuestra,
la que somos, la que vivenciamos.
Todo dolor físico o emocional
representa un recuerdo.
Los dolores son recordatorios
del alma que nos indican que algo está mal. Que algo debe ser corregido, algo
debe ser perdonado.
Cuando re-sol-vemos, cuando
volvemos a ver el sol, las aflicciones se retiran, el cuerpo se sana, el
espiritu se ilumina.
Lo que persiste resiste, lo que
resiste persiste.
Llegamos al mundo desnudos y
desnudos lo dejamos. Desnudos, sin nudos, sin ataduras, sin apegos.
Trascender esas energías es
abrirle el paso a la luz, solo a la luz.
Aceptando el error, perdonando y
perdonándonos.
Agradeciéndole a la vida la
oportunidad de crecer, y amando su perfecta forma de mostrarnos la escalera que
nos lleva a la unión con el espiritu santo que todos somos, en el que somos uno
con la creación, uno con todos, uno con Dios.
No tengo nada que escribir, no
parto desde ninguna idea concreta, en realidad lo que hago es escribir,
escribir un texto, sin ninguna meta.
Lo que hago es expresar, liberar
emociones, vibraciones que llegaron a mí, que sin querer guardé, y escribiendo
dejo salir.
No esperes nada de este texto,
si queres ni le prestes atención, lo que vale aquí, en estas letras, es
liberación.
Cuando un sentimiento nos
aprieta el pecho, cuando guardamos algo que nos hace mal, sentimos un gran
alivio al retirarlo, al poder expresarlo, tal vez hablando, lo importante es
liberar.
Yo te invito a hacer lo mismo
con todo lo que te apremia, con lo que te duele, lo que te lastima, lo que
necesitas sacar.
Te invito a que lo expreses del
modo que prefieras, que se lo cuentes a alguien, o que lo escribas y nada más.
Cuando lo saques sentirás
alivio, habrás liberado emociones, y hacerlo es paz.
Desde la paz podes pensar en
calma, crear en calma, vibrar mejor.
Somos lo que consumimos, lo que
entra por nuestros sentidos y calificamos con la mente.
Todo lo que recibimos conforma
como pensamos, como crecemos, y la estructura de nuestro cuerpo físico.
A veces recibimos estímulos
inesperados, otras los buscamos.
Lo que vuelve es una proyección
de lo que irradiamos con nuestros pensamientos, y ese círculo se rompe
cambiando nuestros paradigmas. Cambiando nuestras creencias.
Eligiendo que pensar. Eligiendo
que comer.
Nuestros alimentos deben ser
puros para que no nos enfermen.
Nuestros pensamientos deben ser
puros para que no nos enfermen.