Somos lo que consumimos, lo que
entra por nuestros sentidos y calificamos con la mente.
Todo lo que recibimos conforma
como pensamos, como crecemos, y la estructura de nuestro cuerpo físico.
A veces recibimos estímulos
inesperados, otras los buscamos.
Lo que vuelve es una proyección
de lo que irradiamos con nuestros pensamientos, y ese círculo se rompe
cambiando nuestros paradigmas. Cambiando nuestras creencias.
Eligiendo que pensar. Eligiendo
que comer.
Nuestros alimentos deben ser
puros para que no nos enfermen.
Nuestros pensamientos deben ser
puros para que no nos enfermen.
Cuidemos la materia.
Cuidemos nuestras vibraciones.
Ale Flores
3 de Abril de 2016
La Merecida
Silla Azul
Espacio Sagrado
Altar de Fuego
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