Kika no pisa bien, cuando me vió
salir dió un salto y cayo mal, resbalo en el piso de la galería y vi que su
apoyo no fue el mejor. A partir de ese momento apoya con dificultad su pata
izquierda derecha delantera. La emoción de verme y saber que le daría de comer
la llevó a realizar una pirueta, tal vez no apta para sus 9 años.
Le pedí que se relaje, pero me
acompaño hasta aquí caminando como pudo, ahora esta acostada a mi lado, no se
termina de relajar, como Conny que ya duerme pegada a ella.
Le pasé Reiki, ahora voy a
retomar su sanación, mañana la verá la veterinaria, hoy es domingo y no
atiende.
Ella sabe que le pasa algo, la
toqué y no manifestó dolor, tembló un poco tal vez por miedo.
Ahora me toca ser su guardián,
ella nos cuida noche y día, por lo tanto ahora que necesita nuestro cuidado lo
tendrá como se merece.
Es una gran perra, buena,
guardiana, compañera y juguetona.
Me mira, y sabe que escribo
sobre ella, Conny mueve la cola como afirmando que es así.
Por fin logró acostarse, su
cabeza está apoyada en mi pie, seguiré aquí tratando de no molestarla para que
se recupere, porque la amo y quiero que sea feliz.
Ale Flores
3 de Febrero de 2019
La Merecida
Silla Azul
Espacio Sagrado
Altar de Fuego
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