Haciendo resbalar mi lapicera
por los renglones de la libreta, trazo las letras que fluyen hacia mis manos
desde la corriente energética que sostiene mi vida, la vida.
Es una descarga tan necesaria
como caminar por el pasto, mirar el cielo, respirar o tomar agua.
Siempre me acompañan mis perras,
a veces, (como hoy), bajo la sombra del hermoso alcanfor que sostiene mi
hamaca, oliendo madera que quema un vecino, seguramente para cocinar su
alimento.
Las rutinas hacen que los días
soleados se vuelvan grises, y es necesario volver al silencio para ver el sol,
RE-SOL-VER y ver los colores que tiene la vida, que por cierto son muchos.
Me quedé en silencio un instante
hasta que una ardilla despertó mi atención, no pude verla, pero la escuché,
está cerca, tal vez sobre el árbol que me sostiene, mis perras miran
atentamente a un punto, yo no la encuentro con mis ojos, pero sé que esta por
aquí, otras veces la he visto, es muy común verlas cerca de mi casa.
Había encendido velas blancas
para celebrar la llegada del nuevo cartel que me recuerda que:
“AQUÍ
SOLO HAY PAZ”
Y
“DIOS ES
MAS FUERTE”
Pero el viento prefirió
apagarlas trayendo consigo el humo a madera que es mi sahumerio de hoy.
Así trasciende el primer sábado
de febrero, así empieza este mes, el segundo del año, el de mi cumpleaños. Y
así espero que siga todo el año, toda la vida; Viviendo, contemplando,
respirando, sintiendo, escribiendo, y recordando que:
“AQUÍ
SOLO HAY PAZ”
Y
“DIOS ES
MAS FUERTE”
Ale Flores
2 de Febrero de 2019
La Merecida
Silla Azul
Espacio Sagrado
Altar de Fuego
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