Entre las maravillas que pude
ver en Europa, dentro de las cuales puedo mencionar a Las Meninas de Velazquez,
Las Majas de Goya, La Piedad de Miguel Ángel o la Gioconda de Leonado Da Vinci,
hay una que se grabó en mi mente y su recuerdo me hace feliz.
Se trata de la sonrisa de
Matilda, la hija de Micky mi hermano del alma. Su sonrisa no es solo una
sonrisa, es una expresión de su espíritu que se refleja en su rostro. Matilda
sonríe con los ojos transmitiendo amor, paz y felicidad.
Escribo sonriente recordando su
carita de niña inocente descubriendo a este amigo de su padre que hasta el 15
de febrero de 2017 solo era de palabras ya que nunca nos habíamos
visto salvo por las fotos, y como sucede generalmente la realidad supera a la
imagen capturada. Matilda es preciosa.
En ese encuentro les entregue a
ella y sus hermanos estampas de San Expedito que lleve de Buenos Aires al viejo
continente, ellos las recibieron con mucho amor y las repartieron extendiendo
mi promesa de difundir la imagen del santo.
Esta mañana Micky me envió una
foto, Matilda había dejado una estampa en la puerta de su departamento en
Madrid que él encontró al volver de trabajar. Matilda entendió todo y con una
sonrisa me indicó que es así.
Los chicos nos muestran el
camino, tienen la capacidad, la maestría despierta y nos dan claves que muchas
veces ni escuchamos, muchas veces no vemos.
Mi hermano Micky tiene una vida
maravillosa, una familia preciosa, una mujer estupenda y un restaurante al que
siempre deseo volver, porque Conservas Nudista no es solo un sitio donde puedo
disfrutar de las exquisiteces muy bien seleccionadas, es tener la posibilidad
de encontrar a ese hermano, es la ilusión de volver a ver la sonrisa de
Matilda.
Ale Flores
7 de abril de 2018
La Merecida
Living