Un día salí
a la calle con la intención de alegrarle el día a alguien, no sabía a quien, como,
ni en qué momento. La premisa era simplemente estar atento a la mirada de
alguien que esperaba un gesto que le sirviera para sentirse mejor.
Me cruce
con mucha gente, en general la que veo habitualmente y otra traída por “la
casualidad”, terminó ese día sin que yo tuviera la certeza de haber logrado mi
objetivo, pero lo que logre fue sembrar miradas amorosas, palabras amigables, y
gestos de empatía hacia los demás.
Es probable
que alguien conserve en sus vibraciones las mías de ese día, tal vez alguien
recuerde el brillo de mi mirada, o el tono de mi voz. Lo que me paso hoy fue
que recordé ese día y contando mi experiencia te invito a vivirla a vos.
Hoy podes
tocar a alguien para siempre, hoy podes hacer que alguien lleve algo tuyo para
siempre en su corazón.
Ale Flores
23 de Abril
de 2018
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