Podemos conectar nuestro
Smartphone a un servicio en “la nube” el cual, luego de hacer un back up,
nuestra información queda almacenada por si perdemos el teléfono, o si lo
cambiamos por otro.
Del mismo modo nuestras
experiencias se graban en el alma, las llevamos encarnación tras encarnación y
están dispuestas a encontrarlas cuando las busquemos.
Cuando transitamos nuestra
propia maestría accedemos a esos registros y tomamos las herramientas que
necesitamos para vivir el momento presente, la sabiduría reside en buscar esa
información desde la calma en lugar de reaccionar bajo los efectos de las
creencias de la mente que solo recuerda acontecimientos de la encarnación en
curso.
La mente es el puente con el que
podemos conectarnos a nuestro ser superior y desde el acceder a toda la
información que nos pertenece desde la cual también podemos beber del manantial
de la sabiduría de Dios que es desde donde parte nuestra propia energía.
Cuando despertamos nuestra
maestría abrimos canales para que llegue lo que debe llegar, lo que el universo
nos quiere dar para crecer.
Estamos en un camino de evolución,
y así como cuando éramos estudiantes tuvimos que recurrir a cuadernos viejos
para entender algo nuevo, en nuestra evolución debemos acceder a nuestros
registros para comprender claves que nos permiten avanzar.
Todo está ahí.
Todo es nuestro.
Ale Flores
8 de Abril de 2018
La Merecida
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