miércoles, 5 de abril de 2017

Irradiando luz al caminar

  
Lo que escribo siempre es sanador, tal vez no lo sea para otros, pero siempre lo es para mi.

Yo escribo para sanar, sanar mis emociones, retirar carencias, miedos, inseguridades. Es una necesidad, como tomar un baño, o comer.

Sé que algunos de mis textos fueron útiles en el despertar de algunas conciencias que transitaban la vida dormidas, lo sé porque leo en sus respuestas el brillo de sus corazones. A ellas les quiero hablar, a las que se toman el tiempo y se atreven a expresarse públicamente para contarme experiencias, se atreven a abrir sus corazones ante mi y ante los ojos de los demás.

Les quiero agradecer ya que se lo difícil que es abrir el alma y mostrarla, lo que cuesta romper prejuicios propios y ajenos. Les quiero agradecer porque sus palabras son alimento para mi, esas almas me nutren y hacen que muchas veces mi mente vuelva a confiar en el camino de mi misión.

Cuando escribo no soy consciente de las fibras externas que pueden tocar mis palabras, (si de las mías), pero no de las de los demás, sé que todos somos uno, por lo que no me resulta extraño que alguien se espeje en mis vivencias, pero me resulta muy gratificante saber que gracias a esta actividad de escribir y publicar hay almas que encontraron su camino, que transitan la vida despiertas y viven irradiando luz al caminar.


Ale Flores
2 de Abril de 2017
La Merecida
Silla Azul
Espacio Sagrado

Altar de Fuego


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