Uno tiene distintos roles en la
vida, somos padres, hijos, pareja, amigos, compañeros, empleados, empleadores,
vecinos.
Protagonizamos diferentes roles,
pero siempre desde la misma unión, la unión con el todo, la unión con lo que
nos rodea, con toda la creación.
Esa unión determina quienes
somos en cada rol, es el factor que nos une a todos los roles, por eso es tan
necesario establecer nuestra unión con Dios, con la energía que irradia la
creación, la que los Reikistas llamamos Energía Vital Universal, o fuego Reiki.
Esa energía nos equilibra, nos
alinea, nos ilumina, sana, enriquece. En ella hallamos las respuestas, las
herramientas.
Conectarnos a ella es pedirle a
la abundancia que se derrame sobre nosotros con su manantial inagotable que
todo lo que necesitamos para ser.
Los miedos, las preocupaciones
buscan llevarnos a donde no podemos establecer esa unión conscientemente para
poder dominarnos.
El ego es la parte oscura del
alma que aun no se iluminó, estamos aquí para iluminarla, para completar ciclos
que iniciamos en otras vidas, caminos que empezamos a transitar en otros
tiempos para darle luz al alma.
Nuestra luz y la oscuridad que
aún queda bajan desde el alma al espíritu y conforman nuestro cuerpo casual, el
que atraen a nosotros las vibraciones que llegan a nuestra mente, y a nuestro
cuerpo.
Si iluminamos nuestro espíritu recibiremos vibraciones de luz y con ella podremos retroalimentar nuestra alma.
Cuando brilla nuestra alma
brilla nuestro espíritu, y nuestra presencia habita en cada rol que
representamos en la tierra.
Cualquier conflicto que tengas
en el mundo terrenal se resuelve con luz espiritual, con Energía Vital Universal,
Fuego Reiki, aliento de Dios. La energía tiene muchos nombres, muchas formas,
pero no necesita traducciones ni encontrar apariencias.
La energía vibra en todas las
dimensiones.
La energía es Amor.
Ale Flores
28 de Enero de 2017
La Merecida
Silla Azul
Espacio Sagrado
Altar de Fuego
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