En los años que llevo en esta
vida, he comprobado que puedo lograr cualquier cosa que me proponga.
También supe que en algunas
ocasiones dedique energías a alcanzar objetivos que no me correspondían.
Aprendí a abandonar guerras,
sabiéndome ganador por dejar de luchar.
He comprendido que el ego
siempre busca con qué enfrentarse, busca enemigos, los crea, y sé que cuando no
tenemos objetivos claros, cuando no focalizamos nuestras energías hacia algún
lugar, ellas se disipan y se focalizan donde fijamos nuestra atención, sean
esos estímulos de la luz, o de la oscuridad.
De ahí lo importante de tener
objetivos, de ser capaces de focalizar nuestras energías conscientemente, más
allá de la necesidad de alcanzarlos, por la necesidad de cuidar nuestra mente,
sin dejarla caer en las trampas del ego.
Somos mente, cuerpo y espíritu,
por lo tanto debemos observar cómo nos alimentamos.
Con que alimentamos nuestra
mente, con que alimentamos nuestro cuerpo, y con qué alimentamos nuestro espíritu.
Busca objetivos que te permitan
focalizar tus energías en cuestiones que te ayuden a crecer.
Busca ser.
Sé.
Sé quien sos.
No seas quien tu ego quiere que
seas.
Sos luz.
Sos amor.
Ale Flores
28 de Noviembre de 2016
La Merecida
Silla Azul
Espacio Sagrado
Altar de Fuego