lunes, 23 de mayo de 2016

Mientras yo escribo


Kika esta mejor, ya camina apoyando sus cuatro patas, corre como siempre, juega y toma la medicación con cierta resistencia, pero lo hace, me alegra verla caminar bien, haberla ayudado a sanarse y acompañarla en su recuperación.

A Conny le pude sacar la protección que le habíamos puesto para que no se rasque la herida que se hizo en semana santa, ya que la hacerlo se volvía a lastimar.

La que está mejor de las tres es Felicia, la madre, que con sus 14 años es la más sana de todas, un poco sorda tal vez, pero con los mismos ojitos de siempre.

Ellas me acompañan en mi espacio de meditación mientras escribo, se recuestan sobre mis pies o cerca mío reciben el humo de los sahumerios, el sonido de la campana, y la música. Buscan caricias, juegan y vuelve, se recuestan y se duermen mientras yo escribo.

Si hay algún charco no se pierden de pisarlo, mojan sus patas y toman agua.

Vuelven aquí, cerca mío, se lamen, se recuestan y se duermen.

Todo eso, mientras yo escribo.


Ale Flores
21 de Marzo de 2016
La Merecida
Silla Azul
Espacio Sagrado

Altar de Fuego










No hay comentarios:

Publicar un comentario