A la ilusión de la muerte la antecede el sueño de la vida.
Si vivimos creyendo que la muerte es una ilusión, que en realidad la muerte física es solo un cambio de estado, que la conciencia se eleva al alma y vuelve a encarnar para seguir evolucionando, no podemos vivir la vida creyendo que nos debemos salvar, que necesitamos acumular riquezas materiales, ya que lo único que nos llevamos es el amor que sembramos.
La eternidad terrenal solo es posible en el recuerdo de la sociedad que le brinda a quienes brindaron su vida al servicio común un espacio en la memoria colectiva.
No alcanza todo el dinero del mundo para comprar el amor, y sin embargo con amor todo es posible.
Antes que nos encuentre la ilusión de la muerte vivamos el sueño de la vida, eternicemos nuestro paso por la tierra sembrando amor en nuestros actos. Lo demás llega por añadidura. Lo demás llega como respuesta del amor al amor.
Ale Flores
15 de enero de 2022
La Merecida
Frente a la pileta
Con Kika, Conny y Sere
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