lunes, 26 de abril de 2021

La historia que tal vez alguien quiera recordar


En el mar de las dudas, de las inseguridades me he tenido que sumergir varias veces últimamente, no es un mar desconocido, ya lo he explorado en otros tiempos, bajo otras apariencias, en mi vida he buceado por diferentes aguas, atravesando infiernos logré superarlos, enfrentando miedos los pude vencer.

Todo pasa, y esto también pasará. Me sumerjo en estas emociones desde otra perspectiva, dejando el miedo a perder que es el padre de todos los miedos, la vida en la tierra es pasajera, tan pasajera que toda experiencia humana es efímera, solo nos llevamos las enseñanzas que alcanzamos adquirir en cada situación en la que la vida nos enfrenta a nuestros propios límites para que podamos superarlos y alcanzar un nuevo nivel en la evolución. La vida nos lleva a reconectarnos con la humildad, y para quien jamás la ha perdido es cómodo estar en ella.

He buceado en el caribe, soy amigo del mar argentino, puse mis pies en él mediterráneo, me bañe en el golfo de México. No le temo al mar, aunque si le tengo respeto, tanto como a la vida que me lleva a atravesar tormentas que después me muestran cielos despejados y días llenos de sol.

Hoy nado, por momentos siento cansados mis brazos, en otros solo en el medio del mar, pero siempre aparece una señal que me indica qué estoy en el camino, y me recuerda que todo es pasajero, que esto también pasará, que alguna vez todo será recuerdo, y hasta mi propio nombre también será parte de la historia que tal vez alguien quiera recordar.


Ale Flores
24 de abril de 2021
A 2 años del pico de presión.
La Merecida
Comedor.











jueves, 22 de abril de 2021

Son la 10 y otra vez todo empieza


Un insecto se esconde entre las raíces de una palmera. Una hormiga camina llevando una hoja más grande que su propio cuerpo.
Un pájaro se para sobre un charco y chapotea.

¿Sabrán los árboles que estamos atravesando una pandemia?.

Los peces buscan los últimos sticks de hoy, los miro mientras escribo, el estanque es su mundo y en él todo es perfecto, el alimento les llega cada mañana, cada tanto alguien los retira de su confort por unas horas mientras renueva el agua y limpia su hábitat.

Las plantas crecen, empiezan a dejar caer sus hojas porque el otoño llegó a Buenos Aires.

La gente sigue saliendo a la calle con barbijos, los medios alertan sobre la gravedad de la situación, yo miro a los insectos, a los peces, a los árboles y los pájaros. La vida sigue igual que siempre, el sol sale cada mañana, la luna tiene sus ciclos, (y yo los míos), la noche antecede al día, son la 10 y otra vez todo empieza.


Ale Flores
23 de abril de 2021
En el estanque









miércoles, 21 de abril de 2021

Mi misión de sanar


En las sesiones personales logramos la conexión entre almas necesaria para sanar, haciendo que Reiki a distancia sea una experiencia tan poderosa, (o más que la presencial), ya que en la presencialidad se manifiestan factores físicos que impactan en el ego tanto de quien da, como de quien recibe.

La virtualidad, además, otorga la ventaja de acceder al contacto personal y profundo desde la comodidad de nuestros hogares, a la hora acordada y pudiendo, (después de la sesión), sostener el estado por la mayor cantidad de tiempo posible sin necesidad de trasladarse y entrar en contacto con otras energías.

Estoy muy feliz de haber iniciado este camino, cada alma que me confía su sanación es un compromiso que asumo como Reikista, compromiso para el que me preparé varias encarnaciones y durante toda mi encarnación actual, ya que cuando era chico quería ser médico, dedicarme a sanar, pero no por medio de la medicina tradicional ofreciendo un medicamento para aliviar el dolor, sentía que había algo más profundo que el cuerpo, que las manos irradiaban energía. Reiki me reconectó con eso, y ponerlo en práctica me conecta con mi ser desde donde puedo ser quien realmente soy, más allá del cuerpo, más allá de la apariencia, más allá del tiempo y el espacio, ser quien soy en mi misión de sanar.


Alejandro Flores
21 de abril de 2021
En mi espacio interior













Oración a San Expedito


San Expedito, Santo de las causas urgentes, te pido que me cubras con tu bendición, que eleves mis pedidos a Dios para que sean conforme a su voluntad, en armonía con todo el mundo, bajo la gracia y de manera perfecta, el señor conoce mis necesidades y sé que aguarda el momento exacto para cumplir con mis deseos, por eso te pido que seas mi santo protector para que con tu guía y la ayuda del señor pueda alcanzar los objetivos que necesito.


Gracias San Expedito por atender mis suplicas.

Gracias padre que me has oído.




viernes, 16 de abril de 2021

Es tiempo de ser


No sé que me depara el futuro, el 2020 me hizo entender que los planes pueden cambiar radicalmente de un momento a otro y lo que parecía seguro se vuelve incierto.

Lo que sé, lo que celebro en este instante es tener tiempo para dedicarles a otras almas encarnadas que buscan sanación, cada encuentro virtual, cada consulta, cada lágrima me eleva, me sana, le da sentido a mi mente.

Mi espíritu conoce el camino, me alertó de los cambios, me señaló la ruta que debía transitar y hoy me dice que espere, que mantenga la calma, que brinde las herramientas que coseche en esta y en las encarnaciones pasadas, que me nutra nutriendo, el mundo necesita sanación, soy un sanador capaz de irradiar vibraciones en palabras, en silencios, en miradas, y desde la propia intención.

Es tiempo de permanecer en calma, es tiempo de agradecer, es tiempo de ser.


Ale Flores
16 de Abril de 2021
#SoyReiki










lunes, 5 de abril de 2021

Esta vez la ansiedad perdió la carrera


Quietud, humo de sahumerios que se eleva. Una vela que arde en mi altar de fuego.
Un jueves más santo de lo que mi mente algo perturbada por los movimientos externos acepta, pero santo al fin.

Vine a respirar, a conectarme con mi espacio y reconectarme con mi interior.

Ansiedad, eso es lo que me persigue por estos días, y me alcanza, me atrapa, me domina. Me cuesta bajarme de ese torbellino que provoca, es como una adición más que debo superar en mi camino por la vida.

Cuando logro frenar la mente veo que todo esta bien, tenemos salud, hogar, comida, pero la ansiedad hace que todo parezca poco, falta algo, siempre falta algo.

Miro hacia adelante y en lugar de ver el césped verde, las hojas del duraznero amarillas que van cayendo, el cielo, los eucaliptos, mi mirada se pierde en la incertidumbre de un año que empieza a transcurrir su cuarto mes, en el que la segunda ola parece haber llegado y se habla de nuevas medidas.

Entre tanto me llega un mensaje por WhatsApp, una imagen que describe todo, mis tíos sonriendo con sus credenciales de vacunación en las manos, ambos recibieron la primera dosis de la Sputnik V, sus rostros denotan felicidad, sus ojos cuentan alegría, me llegan sus vibraciones y estallan en mi.

Repiro, levanto la mirada para ver. Conny me mira desde abajo del duraznero, llega Kika, olfatea, y se van, las pierdo de vista entre las ramas del alcanfor que llegan al suelo, la calesita espera a los sobrinos, los canteros piden a gritos un jardinero, pero todo esta bien, este es mi paraíso y en él todo esta bien, a eso he venido, a reencontrarme con mi paraíso interior reflejado en lo exterior, a mi también me falta atención, limpiar las malezas de mi mente, podar lo que ya no me corresponde y prolijar mis ideas, lo necesario está, lo importante abunda, Dios está esperando el momento exacto para darme todo lo que sé que merezco, lo único que debo hacer es no dejarme alcanzar por la ansiedad, y si me alcanza no permitir que me atrape, que me domine y que consuma mis energías.

Kika y Conny llegaron hasta mi espacio, el viento apagó la vela, la voy a encender para mantener encendido el fuego en mí. Las perras se recuestan sobre el colchón de hojas secas que conforma este sustrato, una nube tapa parcialmente el sol, recuesto mi espalda sobre la silla que sostienen mi cuerpo, distiendo mis músculos, relajo mis hombros, estoy entrando a la paz mientras una suave brisa fresca me acaricia la cara, vuelvo a la paz que he venido a buscar, esta vez la ansiedad perdió la carrera.



Ale Flores
1 de abril de 2021
La Merecida
Espacio Sagrado
Altar de Fuego