Yo también lo recibo

Si me lees con tu mente es posible que no recibas mi mensaje, yo escribo desde mi alma, abro mi corazón y lo dejo expresarse.

Para entenderme, para empatizar con mis palabras deberás abrir tu corazón, dejar que las palabras fluyan por tus energías, liberar tu mente de prejuicios, perjuicios que yo también tengo, pero dejo de lado cuando escribo.

Cuando escribo soy libre, por eso dejo que mis textos viajen libremente por el universo, para que lleguen a los ojos que deben llegar, para que de ellos broten las lágrimas que deben brotar, son emociones que deben ser liberadas. 

Mis palabras afloran desde la libertad de mi alma, donde no hay preocupaciones, donde no hay confinamientos, donde no hay muerte ya que la energía es eterna.

En este instante de la eternidad mi ser y en tuyo son uno. Nos abrazamos en las palabras, ya no importa quien escribe y quien lee, somos uno, la misma alma, la misma energía. El mismo amor caminando el mundo en diferentes lugares, en diferentes tiempos, pero unidos siempre por la luz que nos da vida, por la luz a la que pronto volveremos, en la que nos volveremos a reconocer para saber que encarnación tras encarnación nos buscamos, nos abrazamos, nos fundimos y nos amamos. Esta vez en palabras, porque ya no necesitamos cuerpos para sentir amor, trascendimos las barreras físicas, aprendimos a amar desde el alma, aprendimos a besar con miradas, aprendimos a sanar con la intención.

Que estas palabras sean el abrazo que necesitas. El amor que mereces. La sanación que buscas, porque todo es que te doy es lo que busco, y si vos lo recibís yo también lo recibo.

Ale Flores

30 de Agosto de 2020

La Merecida 

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