miércoles, 22 de enero de 2020

Chiche Spinelli

  

Todas las personas con las que nos cruzamos en la vida nos dejan algo, algo bueno o algo malo, pero todo nos forma, nos constituye mental y moralmente. Entre esas personas hay guías que nos marcan el camino, y maestros que nos conducen a nuestra propia maestría.

Hoy quiero hablarles de alguien que marcó mi vida, alguien que se encargó de hacerme encontrar mi rumbo, de darme sus herramientas para que pueda hacerlas mías. Alguien que creyó en mi cuando ni siquiera yo creía. Quiero honrar a la persona que está en mis palabras cuando escribo, y en mi trabajo cuando hago lo que me enseñó con amor de madre, con constancia de maestra, y con la paciencia que solo tienen los verdaderos amigos.

Quiero decirle con estas palabras y este reconocimiento público gracias a Chiche Spinelli, una MAESTRA con mayúsculas más grandes de las que jamás hayas leído. Y quiero que las palabras lleguen a sus ojos, que vibren en su cuerpo sintiendo todo el bien que supo grabar en el mío.

Quiero que todos sepan que lo que soy en gran parte se debe a lo que ella fue y es conmigo, lo que siempre será en mis recuerdos, la amiga, la mujer, la compañera de trabajo que despertó mi maestría, y que me marcó el camino.


Ale Flores
18 de enero de 2020
La Merecida
Silla Blanca
Espacio Sagrado
Altar de Fuego
Con Kika y Conny











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